Si hace años nos llamaba la atención cualquier cosa que llevara etiquetada la palabra light y que, por suerte, fuimos desechando con el tiempo porque luego tiene un notable incremento de los hidratos de carbono, de sal o de cualquier otro componente, ahora no pirramos por la palabra detox... Todo lo que lleve incorporado detox creemos que es bueno para el interior de nuestro cuerpo y, por tanto para el exterior, pero parece que no es así...
Ni los zumos detoxifican el organismo, ni la piel elimina toxinas por el sudor. El Dr. Leo Cerrud, especialista en medicina estética y por donde pasan por su consulta algunos de los rostros más conocidos a este lado del charco y del otro, desmonta algunas creencias sobre el tan de moda 'efecto detox'.
P: Dr. Cerrud... después de esto... Nos vas a romper un mito... ¿El detox existe?
LC: Hay que distinguir dos conceptos:
1. EL DETOX DEL SISTEMA DIGESTIVO: Después de un atracón o de comer mal una temporada, hacer una dieta a base de zumos detox o infusiones no es detox, si entendemos el concepto como eliminar algo tóxico.
Ya el sistema digestivo se encarga él solo (con mayor o menor dificultad) de absorber lo que necesita y de desechar lo que sobra. Por supuesto que puedes ayudar a hacer mejores digestiones con alimentos de bajo índice glucémico o sin grasa, pero es un error llamarlo 'Dieta Depurativa', porque no estamos depurando nada, solo facilitando la digestión, sería algo así como un plan para que descanse el sistema digestivo.
2. EL DETOX DEL SISTEMA CIRCULATORIO: tiene lugar en riñones e hígado. Si comemos mal el sistema digestivo acaba absorbiendo a la larga el exceso de grasa y azúcar, y como estos órganos no pueden con el exceso, se acaba acumulando en venas y arterias.
En definitiva: Detox quiere decir eliminar toxinas, y esto solo ocurre en el riñón y en el hígado. No existe un zumo, una verdura ni infusión capaz de realizar o de estimular la función de esos dos órganos vitales que son los que filtran, limpian y depuran lo malo y dejan lo bueno de manera natural.
P: ¿Y qué le ocurre al organismo si tomamos muchas grasas y azúcar?
LC: El resultado será una sobrecarga en el organismo de aquello de lo que abusamos, que se traducirá en enfermedades como hipertensión, colesterol o diabetes. No hay dieta detox que te ayude con estas patologías, lo que hay es un plan dietético y medicación específica para cada situación.
P: ¿Qué sentido tienen entonces las dietas depurativas?
LC: Ninguno, no tienen base científica, el fin es lucrativo y marketiniano.
P: ¿Tomar un vaso de agua en ayunas ayuda a depurar?
LC: El agua es buena siempre, y más después de 8 horas sin tomarla. Es absurdo tomarla caliente eso sí (como proclaman algunos), pues en ayunas puede producir vómitos.
P: ¿Y la sauna? ¿Elimina toxinas a través de la piel?
LC: El sudor no consigue que se eliminen toxinas, es un mecanismo de autorregulación de la temperatura corporal únicamente. Es cierto que el deporte tiene comprobados beneficios, y que al aumentar la frecuencia cardiaca hace que la sangre pase más veces por el riñón, único órgano depurador, y al filtrarse más esté más 'depurada' Pero el sudor, y por tanto la sauna, no elimina toxinas.
P: ¿Los suplementos calificados como detox funcionan?
LC: La intoxicación por metales pesados es un tema serio, y nada tiene que ver con las llamadas dietas detox ni con suplementos depurativos.
P: ¿Entonces, si la dieta a base de alcachofa, apio y caldos no consigue el detox del organismo, qué nos aporta?
LC: Logramos que el sistema digestivo descanse, y aunque no podemos estar a base de caldos toda la vida, sí de vez en cuando, mediante la ley de compensación: "Hoy me paso, mañana me corto".
P: ¿Cómo podemos estar más ligeros y tener mejores digestiones?
LC: Evitando en nuestra dieta los términos dulce, enriquecido, elaborado, industrial, alto en calorías y grasas saturadas, salado, procesado, frito, rebozado, empanado y en tempura.
Los términos dietéticos que en cambio deberemos abrazar son: Crudo, hervido, cocido, a la plancha, al vapor y al microondas, donde podemos incluir todo tipo de verduras (sobre todo perejil, apio, vegetales de hoja verde, y frutas como la granada o el limón), jengibre y té.