Riohacha, un botín cultural y turístico que se debe rescatar | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Septiembre de 2018
Valentina Martínez López

No son sólo Cabo de la Vela y Punta Gallina los atractivos turísticos que tiene La Guajira,  ya que este departamento encierra un gran “botín” por descubrir. Su gastronomía, costumbres y cultura son imperdibles para las personas que quieren conocer regiones de Colombia que tienden a ser olvidadas.

Y es que hace algunos años Riohacha era conocida por su pobreza e inseguridad, pero eso tal vez ya es historia. Ahora la capital de La Guajira tiene sitios turísticos para enriquecer el conocimiento y paisajes para deleitar la vista.

Riohacha, ubicada al lado del desierto y al frente del Mar Caribe, es probablemente una de las regiones más majestuosas que tiene Colombia. Y es que no es para menos. El hecho de que tenga el agua del mar casi 100 por ciento cristalina y una de las playas más limpias del país, hace que esta región sea un sitio turístico imperdible para los que quieran conocer una cultura que no puede ser olvidada.

Si no ha ido  la capital de La Guajira, ya sea porque no le llama la atención o porque cree que no hay mucho por conocer, anímese y déjese sorprender por numerosas actividades que puede hacer además del turismo de sol y plaza, como lo es acercarse a la comunidad Wayúu y también ver la fauna y flora que “viste” esta región.

Empiece por lo básico y vaya al centro de la ciudad, disfrútelo ya que es encontrarse con el corazón de la cultura e historia de La Guajira. 

Las leyendas de la región no necesitan de un guía turístico para conocerlas. Solo acercarse a los diferentes monumentos de la ciudad es suficiente para empaparse de la cultura de la región.

Visite una de las esculturas más reconocidas: ‘Francisco el hombre’, el primer mensajero que tuvo la capital de La Guajira. Su nombre hace honor al festival que se lleva a cabo todos los años, en marzo. 

Su acordeón identifica la cultura de los riohacheros, pues los mensajes de aquel hombre eran contados con versos al son del vallenato. De allí el amor por este género musical que contagia a varias regiones del país y que inclusive intenta traspasar fronteras.

Y, no es para menos. Escuchar vallenato es trasladarse a la Costa Caribe e identificarse con el patriotismo. Pero mejor es sentirlo en el punto más al norte de Colombia.

Pero además de visitar ‘Francisco el hombre’ es obligatorio que vaya a los tres cardones guajiros, los recordará por una lírica que hace alusión a su nombre y también por representar a los héroes que derramaron su sangre en la batalla que se desató en Riohacha.

Desde lo invisible alguien sueña con la danza". Esta es la frase que adorna a una de las obras más importantes, la cual identifica a la comunidad Wayúu: la kasha. Ese tambor, que solo puede ser tocado por los hombres, ha acompañado por siglos el baile de la etnia: la yogna.

Los Wayúu, riqueza cultural

Conocer la yogna y deleitarse con el sonido de la kasha es seguir los pasos que los Wayúu han dejado en la tierra árida de La Guajira, pues esa es la riqueza cultural que tiene la etnia.

En el interior de la ranchería (hogar de los Wayúu) y retirado de la carretera, vislumbra un letrero: "bienvenidos a la ranchería Oku-shimana". 

En esa ranchería, adornada con los colores vivos de las artesanías y con el tono terracota del desierto, habita una comunidad liderada por Firmina, una indígena de 46 años.

Empaparse de sus costumbres, leyes, gastronomía,  artesanías y hasta intentar aprender su lengua se ha convertido en un plan imperdible si visita Riohacha.
Los Wayúu tienen tanto por ofrecer y enseñar a los arejunas (como ellos llaman a todas las personas que no son parte de su etnia) que irse de una Ranchería sin conocer el sentido que ellos le dan a la vida e incluso a la muerte sería algo imperdonable.

Firmina cuenta que ellos viven en una cápsula de tiempo. Pasan días, años, décadas y hasta siglos, pero la cultura sigue en las venas, en lo más profundo de un wayúu, tal como lo hacían sus antepasados: nada se pierde, nada cambia. 

De eso se trata, de mantener su propósito en la vida y sobre todo de respetar las leyes internas. Nada de afuera importa, ni la globalización, ni la era digital que cada vez arrastra más a la humanidad. Todo eso queda lejos del desierto. Para los wayúu, la ranchería es su país, su mundo. 
 

Rescatar el turismo

La pobreza, hambre y desnutrición, aunque han sido problemas que deben enfrentar las comunidades y entidades gubernamentales, no deben identificar a La Guajira, hay más que eso.

Rescatar el turismo de esa zona del país se ha convertido en una labor de día y noche. Gran parte por la voluntad del Fondo Nacional de Turismo (Fontur) y el  Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, que buscan que nacionales y extranjeros descubran las regiones más bonitas del país y las que están en esa llamada “Colombia profunda”.

Así que ir a Riohacha es encontrarse con playas de ensueño, un multiculturalismo inimaginable y el impresionante paisaje adornado con ríos que se alimentan en gran parte por la Sierra Nevada de Santa Marta. 

Recorra, conozca y enamórese de una Colombia distinta. Si quiere más información ingrese a www.recorrecolombia.com para conocer la oferta turística del país y sobre todo hágalo hoy, en el Día Mundial del Turismo.