El número de casos de sarampión en Estados Unidos alcanzó la semana pasada un nuevo récord de 704 en lo que va de año, el máximo en 25 años, informaron las autoridades de salud este lunes.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indicaron que desde principios de año hasta el 29 de abril se confirmaron 704 casos de sarampión en 22 estados.
El incremento fue de 78 nuevos casos en relación con la semana anterior, detalló.
Pese a que el sarampión fue formalmente eliminado de Estados Unidos en el 2000, este año se confirmó la cifra más alta de infectados desde 1994.
Entre los casos, el 3% presentaron neumonía, mientras que el 9% fueron lo suficientemente serios como para derivar en internaciones, dijo el director de los CNC, Robert Redfield.
"Hasta el momento no ha habido ninguna muerte" en este nuevo brote, dijo Redfield.
En 2018, la enfermedad tuvo 17 casos, pero la mayoría estuvo relacionada con un brote en el estado de Nueva York, en la ciudad y en Nueva Jersey, que afectó sobre todo a miembros de comunidades judías ortodoxas que no se habían vacunado, explicó la autoridad sanitaria.
"Las familias son blanco de información errónea y engañosa sobre las vacunas", dijo Nancy Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC.
Funcionarios federales de salud luchan para contrarrestar esa información difundida por grupos que se oponen a las vacunas. "Sabemos que las vacunas son seguras porque se encuentran entre los productos médicos más estudiados que tenemos", dijo el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar.
La gran mayoría de los casos de sarampión "se relacionan con niños que no han sido vacunados", dijo Azar.
Según los CDC, el 94% de los niños que ingresan al jardín de infantes en Estados Unidos en 2017 habían recibido sus dos dosis de la vacuna MMR para protegerlos de las paperas, el sarampión y la rubeola.
Sin embargo, la tasa de vacunación es más baja en comunidades como los judíos ortodoxos en el área de Nueva York, donde golpea la enfermedad, y la comunidad de habla rusa en el estado de Washington, donde se declaró la epidemia la semana pasada.