Los Objetivos de Desarrollo Sostenible explican cómo se puede proteger el medio ambiente y frenar el cambio climático, desde los bosques hasta los océanos, pasando por todos los lugares intermedios. Piensa en el consumo eléctrico y en los viajes que haces.
Ahorre energía en casa. Gran parte de nuestra electricidad y calefacción funciona con carbón, petróleo y gas. Utilice menos energía reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado, cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora. Mejorar la eficiencia energética de su casa.
Cambie el tipo de energía de su casa. Pregunte a su compañía eléctrica si la energía de su hogar procede del petróleo, carbón o gas. Si es posible, compruebe si puede cambiar a fuentes renovables, como la eólica o la solar. O bien instale paneles solares en su tejado para generar la energía de su vivienda. Eso puede reducir su huella de carbono hasta en 1,5 toneladas de CO2 equivalente al año.
Desplácese a pie, en bicicleta o en transporte público. Las carreteras del mundo están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física. Vivir sin carro puede reducir la huella de carbono hasta en 2 toneladas de CO2 equivalente al año.
Cambie a un vehículo eléctrico. Si está pensando comprar un carro, considera la posibilidad de adquirir un modelo eléctrico, ya que cada vez se comercializan más modelos a un menor precio. Ello puede reducir su huella de carbono hasta en 2 toneladas de CO2 equivalente al año.
Reconsidere sus desplazamientos. Los aviones usan grandes cantidades de combustibles fósiles y producen importantes emisiones de gases de efecto invernadero. Esto hace que volar menos sea una de las formas más rápidas de reducir el impacto medioambiental. Tomar un vuelo menos de larga distancia puede reducir su huella de carbono hasta en casi 2 toneladas de CO2 equivalente.
Consuma menos, reutilice, repare y recicle. Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger nuestro clima, compre menos cosas, compre de segunda mano, repare lo que pueda y recicle. Menos del 10 % se recicla, y una vez desechado el plástico, puede perdurar durante cientos de años. Cada kilogramo de tejido que se produce genera aproximadamente 17 kilogramos de CO2 equivalente.
Coma más verduras. Comer más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y menos carne y productos lácteos, puede reducir considerablemente su impacto medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua. Cambiar de una dieta mixta a una vegetariana puede reducir su huella de carbono hasta en 500 kilogramos de CO2 equivalente al año.
Tire menos comida. Cuando tira comida, también desperdicia los recursos y la energía que se utilizaron para cultivarla, producirla, envasarla y transportarla. Y cuando los alimentos se pudren en un vertedero, producen metano, un potente gas de efecto invernadero. Así pues, utilice lo que compre y convierta en abono los restos.
Cultive especies autóctonas. Si tiene un jardín o incluso una o dos plantas exteriores, procure elegir especies autóctonas. Las plantas, los animales e insectos dependen los unos de los otros. La mayoría de los insectos no comen plantas no autóctonas, lo que significa que los pájaros y otras especies pierden también una fuente de alimento. La biodiversidad se resiente. Incluso un solo árbol o arbusto puede dar cobijo a otras especies, pero recuerde evitar los insecticidas y otros productos químicos.
Mantenga limpio su entorno. Los seres humanos, los animales y las plantas sufren las consecuencias de la contaminación del suelo y el agua por la basura desechada de forma inadecuada. Utilice lo que necesite y, cuando tenga que tirar algo, hágalo correctamente Cada año la gente tira 2000 millones de toneladas de basura.
Haga que su dinero valga la pena. Todo aquello en lo que gastamos dinero afecta al planeta. Puede elegir los bienes y servicios que financia. Para reducir su impacto ambiental, elija productos de empresas que estén comprometidas con el uso responsable de los recursos y con la reducción de sus emisiones de gases y residuos. Si invierte su dinero en un fondo de pensiones, por ejemplo, podría estar apoyando los combustibles fósiles o la deforestación.
Exprese su opinión. Hable y haga que otros se unan a la acción. Es una de las formas más rápidas y eficaces de marcar la diferencia.