El uso indiscriminado de pantallas y dispositivos electrónicos en niños, jóvenes y adultos se ha convertido en una de las mayores causas del síndrome de ojo seco, el cual reúne una serie de síntomas que se evidencian por la falta crónica de lubricación en la superficie del ojo. Sus manifestaciones van desde una irritación ocular leve, ardor, inflamación, fotofobia, sensación de mugre o cuerpo extraño y en algunos casos puede llegar a generar cambios y alteraciones en la visión.
“Aunque en Colombia no existen cifras oficiales, el síndrome de ojo seco lo puede llegar a padecer hasta el 30% de la población, dato que resalta que éste, se ha convertido en una de las enfermedades oculares que más aqueja a las personas”, explicó Ángela María Fernández Delgado, oftalmóloga pediatra y actual Presidenta de la Sociedad Colombiana de Oftalmología.
Además, según los expertos, se cree que este síndrome se presenta en más del 75% de las personas mayores de 60 años, siendo a la vez más común en la población juvenil. “El uso exagerado de pantallas de computador, smartphones, televisores, entre otros; ha aumentado la incidencia de casos de ojo seco desde temprana edad, ya que todos estamos expuestos a estas tecnologías y no se ejercen medidas de control, tales como: realizar pausas de descanso o parpadear adecuadamente”, comentó el Dr. Jairo Naranjo, cirujano oftalmólogo.
Otros factores que pueden provocar la resequedad en los ojos son: la contaminación ambiental, el uso de ciertos medicamentos, el abuso del aire acondicionado, desbalances hormonales, ser fumador activo o pasivo, el uso de lentes de contacto y en muchas ocasiones previas cirugías en los ojos.
Aunque este síndrome no es contagioso, sí es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones para mantener la superficie del ojo hidratada y lisa, especialmente la córnea, para que su poder refractivo permita tener una visión con buena calidad.
Carlos Alberto Pacheco Giraldo, médico especializado en oftalmología y asesor médico de Top Tear brinda estos consejos para evitar el síndrome: mantener una buena higiene ocular, realizar pausas para parpadear de manera adecuada cada 20 o 40 minutos, revisión anual con el oftalmólogo, usar lubricantes oculares si está expuesto a ambientes con luz artificial, aire acondicionado o calefacción, no automediarse, usar lubricantes oculares con compuesto de hialuronato de sodio, ya que son más efectivos, proteger los ojos de la exposición directa al sol y estar atentos a síntomas como visión borrosa, rasquiña, ojo rojo o cualquier otro tipo de alteración.
Es necesario crear conciencia respecto al cuidado de nuestros ojos, ya que hoy en día estamos expuestos a diferentes factores que pueden afectar la visión de manera permanente. Desde temprana edad se recomienda tener buenos hábitos de cuidado.