De acuerdo con investigaciones desarrolladas por la Organización Mundial de la Salud OMS, en el mundo, así como en países de América Latina, la principal causa de pérdida auditiva son las infecciones crónicas del oído, sin embargo, el aumento del ruido en las urbes, en el campo y el abuso en el uso de tecnología cerca del oído, ha incrementado en los últimos años las tasas de pérdida auditiva.
Este panorama es analizado en Bogotá por más de 300 expertos nacionales e internacionales durante la Semana de la Otología, organizada por la Fundación Otorrinolaringológica y la Clínica Rivas en alianza con la Universidad de Vanderbilt.
“Dentro de nuestra experiencia conocemos que el 60% de las enfermedades auditivas son prevenibles, el otro 40% obedece a causas genéticas, complicaciones en el parto, infecciones crónicas, el empleo de fármacos de manera inadecuada y el envejecimiento”, explicó José Antonio Rivas, otólogo y presidente de la Clínica Rivas.
En Colombia, según las investigaciones publicadas por el Ministerio de Salud y la Protección Social en el “Abecé de la Salud Auditiva”, se ha visto un gran aumento de las enfermedades de oído y alteraciones de la audición. “Los grupos poblacionales más representativos con mayor número de atenciones por hipoacusia neurosensorial bilateral es la población mayor de 60 años, seguido de los niños de 1 a 5 años y los adultos entre los 27 y 44 años. Llama la atención el incremento de las atenciones debida a los efectos del ruido sobre el oído interno en personas cada vez más jóvenes de 19 a 26 y de 6 a 9 años, posiblemente al uso indebido de la tecnología cerca del oído”, explica el documento.
“El ruido es una importante causa de pérdida auditiva por la exposición a altos niveles de resonancia, actualmente en el trabajo es considerada la enfermedad profesional objeto de más indemnizaciones. Además, El ruido en las actividades recreativas también es un riesgo, proviene del mal uso de los equipos de audio cerca del oído y de otras fuentes de entretenimiento como la música en bares y conciertos, que es cada vez mayor entre los jóvenes- según la OMS se calcula que 1.100 millones de personas en todo el mundo, corren el riesgo de perder la audición como consecuencia del ruido excesivo al que se exponen-”, explicó la audióloga Adriana Rivas.
Alteraciones del equilibrio en bebés y niños
Uno de los aspectos más importantes para que una persona pueda desarrollarse adecuadamente es el sistema vestibular, encargado principalmente de regular el sentido del equilibrio y el movimiento. Detectar cualquier alteración de manera temprana puede ayudar a realizar tratamientos oportunos para su manejo. Es por eso por lo que en la actualidad se vienen aplicando evaluaciones vestibulares en bebés y niños de manera exitosa en varios lugares del mundo.
Andrew J. Beymon Ph.D, audiólogo holandés y Magister en lingüística, patologías del habla y audición y doctor en electrofisiología presenta en este encuentro los avances en el tema.
Un niño o adulto con alteraciones vestibulares pueden tener complicaciones permanentes en su desplazamiento, mantenerse en pie, concentrarse en sus labores diarias, tener dolor de cabeza, entre otros, es decir, puede resultar incapacitante para desarrollarse y encajar en su entorno, puesto que el sistema vestibular es el encargado de regular el sentido del equilibrio y del movimiento.
“Los receptores del sistema vestibular están situados en la zona del oído interno y son los encargados de permitir que la imagen sobre la retina sea estable, debido a su actividad sobre el ojo. Esa estabilidad es fundamental y una de las claves del equilibrio”, comentó Beymon.
Por otro lado, el sistema vestibular es el que permite que nuestra mirada se oriente de forma anticipada a nuestro movimiento. Por eso cualquier trastorno, déficit o anomalía que tengamos en el sistema vestibular tendrá una importante repercusión que altera el funcionamiento que podemos denominar como normal.
Las investigaciones apuntan a que el sistema vestibular su puede estimular con movimientos de rotación como los balanceos, cuyos movimientos ayudan al cerebro a mejorar la organización y tratar todas las informaciones sensoriales, contribuyendo de esta forma al equilibrio.
Los terapeutas destacan que por eso es importante que a los niños se les desarrollen actividades que incluyan movimiento físico donde puedan rodar, balancearse o mecerse y evitar lo posible que permanezcan gran parte de sus vidas en juegos electrónicos o donde permanezcan sentados mucho tiempo. Es así como los expertos recomiendan el uso de patines, hamacas, rodillos, balancines, pelotas, etc., para tratar a los niños que presentan alguna disfunción vestibular.