Aunque dijo que preferiría que las medidas para los adultos mayores fueran menos restrictivas, Carlos Cano, director del Instituto de Envejecimiento de la Universidad Javeriana y jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario San Ignacio, sostuvo que “también hay que entender que el Gobierno tiene una responsabilidad de proteger a su población, a la de mayor riesgo”.
EL NUEVO SIGLO: En esta pandemia las que más han sufrido son las personas mayores. ¿Cómo se les puede atender en esta crisis?
CARLOS CANO: En este aislamiento preventivo obligatorio a las personas que más énfasis se le ha puesto es a los adultos mayores, pues se ha visto en otros países, y lo mismo está ocurriendo en Colombia, que son los que mayor riesgo de mortalidad tienen.
Es decir, todos nos podemos infectar con el virus, pero la mortalidad es edad-dependiente: a mayor edad, mayor posibilidad de morir por la presencia de este virus.
Por eso se ha hecho énfasis en prevención y por supuesto que el aislamiento preventivo también trae consecuencias, no solo a los adultos mayores, sino a todo aquel que esté en aislamiento; pero ellos especialmente, si además se acompaña de otras situaciones como enfermedades crónicas o de diferenciación con el resto de la población.
ENS: ¿Qué consecuencias puede traer el aislamiento?
CC: A nivel mental, mayor riesgo de depresión, mayor riesgo de ansiedad, trastornos del sueño. Y a nivel físico, el inmovilismo, el no hacer actividad física que venían haciendo, los puede llevar a pérdida de su masa muscular, las enfermedades que eso conlleva por ese inmovilismo y estar sedentario.
ENS: ¿Cómo ayudarles?
CC: En las medidas que ha propuesto el Gobierno nos gustaría que fuera más liberales, pero también hay que entender que el Gobierno tiene una responsabilidad de proteger a su población, a la de mayor riesgo, y se ha dicho que a partir del 1 de junio la población con 70 y más años podrá salir al menos media hora durante tres días a la semana.
Esas medidas de flexibilización seguramente se irán presentando en la medida que tengamos seguridad, que no estamos empeorando la crisis.
ENS: ¿Qué indicadores hay?
CC: Hay unos indicadores que maneja el Gobierno, en este caso, el Ministerio. Son nueve indicadores, los cuales se está monitoreando, de cómo va la evolución de la pandemia, y si esos indicadores son diferentes y son descentralizados –no es lo mismos la evolución de la pandemia en Bogotá o en Cartagena, en Barranquilla, que lo que puede ser en otras ciudades– realmente los alcaldes podrán tener la posibilidad de tomar medidas que vayan en beneficio de esa flexibilización.
ENS: ¿Hay preocupación por este tema?
CC: Nosotros estamos preocupados por esta situación. He sido muy crítico y he propuesto al grupo de trabajo del Gobierno. Los hemos asesorado en eso y somos conscientes de ese proceso de flexibilización, pero también es cierto que si nosotros nos llenamos de enfermos y de personas en los hospitales, y en cuidados intensivos, nuestro sistema de salud, que es un sistema con limitaciones reales y precarias, no daría abasto. Nos culparíamos nosotros mismos, los médicos, los periodistas, las familias y los propios adultos mayores de no haber tomado las medidas necesarias para evitar un número de muertos que ya han ocurrido en otros países, como Italia, España, como el propio Estados Unidos, que han tomado decisiones de no incluir en la Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) a la población adulta mayor, justamente porque no han tenido la capacidad para responder.
ENS: ¿Qué ha pasado en nuestro país?
CC: Colombia lo ha logrado. Hay que buscar un equilibrio. Y ese equilibrio está dado en las flexibilizaciones, pero a su vez utilizar los indicadores para que no nos desbordemos en nuestro sistema de salud.
ENS: ¿Lo adultos mayores no morirán más por depresión que por el mismo coronavirus?
CC: No hay evidencia, hasta ahora, que las personas puedan morir por depresión, pero sí hay evidencia que ese aislamiento conlleva a que desencadene otros problemas, de enfermedades de personas que ya estaban de base. Y ese equilibrio es por el cual hemos presionando desde la Academia, desde la geriatría, es el que tenemos que buscar.
Es lo que estoy diciendo: empezar poco a poco a liberar esta situación. Hemos propuesto una metodología al Gobierno para que lo pueda hacer y los resultados sean que cada vez podamos tener más libertad para estas personas, con puntos concretos para que cuando salgan puedan tener el aislamiento físico.
ENS: ¿Qué se busca?
CC: Lo que se busca es evitar que se contaminen del Covid-19, porque una vez contagiados, los desenlaces son mucho peores en ellos.
Le puedo dar ejemplo de las estadísticas que hay en Colombia. Una persona entre los 20 y 30 años que se contamine con Covid-19, realmente la posibilidad que se muera es cercana a cero, pero si tiene 90 o más años se mueren 4 de cada 10. Es una responsabilidad que debemos tener todos. No ocurre ese mismo número de muertes por otras circunstancias.
ENS: ¿Qué pasa con el inmovilismo?
CC: El estar en casa va a llevar otros problemas en salud y es por eso que debemos buscar equilibrio y situaciones que no sean ni blanca, ni negra, sino puntos intermedios que no tengan la acción etérea del virus, que de por sí lo tienen, que también pueda beneficiar a esta población.
Que por ejemplo los pacientes no dejen de tomar su medicación, buscar algún tipo de actividad física incluso en casa, alzar pesas, que llegue a recuperar la masa muscular. Todo esto tiene resultados positivos.