La reserva natural de la laguna de Sonso o del Chircal, ubicada en jurisdicción del municipio de Buga (Valle del Cauca), está en riesgo por la intervención de actividades humanas que estarían aportando altas cargas de materia orgánica como desechos domésticos e industriales.
La laguna de Sonso es un ecosistema léntico, es decir un cuerpo de agua que permanece en un mismo lugar sin fluir, y corresponde al principal humedal en la planicie del río Cauca, cuya importancia ecológica no solo se restringe a las condiciones que representa para la vida acuática, sino también por ser un corredor biológico que favorece la migración de especies entre las cordilleras Central y Occidental.
María Cristina Papamija, doctora en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, evaluó las variables físicas y químicas del agua de este ecosistema, último reducto de zona lagunar de extensión autóctono del Valle del Cauca, con el propósito de conocer su estado trófico o nivel de eutrofización, un término que se refiere al uso excesivo de nutrientes en un ecosistema acuático.
La eutrofización es el proceso de contaminación más importante de aguas en lagos, balsas, ríos o embalses, causado generalmente por agricultura, ganadería, residuos urbanos, actividades industriales y forestales, y contaminación atmosférica. El exceso de nutrientes hace que las plantas y los organismos crezcan en abundancia, consumiendo gran cantidad del oxígeno disuelto y aportando materia orgánica al ecosistema.
Una forma de cuantificar esta contaminación es mediante las variables en agua evaluadas por la investigadora Papamija como dióxido de carbono, oxígeno disuelto, temperatura, pH, durezas totales, cloruros y alcalinidad. Por ejemplo, con respecto a la alcalinidad, definida como una medida de la capacidad del agua para neutralizar los ácidos, se encontraron valores de hasta 398 miligramos por litro de agua, cifras que indicarían altas concentraciones de contaminación considerando que los valores de referencia deberían ser de apenas 50 mg/L.
“Estas alteraciones han generado el deterioro progresivo del ecosistema, que se identifica por cambios de pH (grado de acidez) y bajas concentraciones de oxígeno que afectan de manera directa el desarrollo y la supervivencia de los organismos biológicos que habitan la laguna”, comentó la doctora.
Para llegar a estos resultados, se realizaron muestreos entre diciembre de 2014 y noviembre de 2016, considerando periodos de mayor precipitación y mayor temperatura o sequía. Se escogieron tres sitios de colecta dentro de la laguna de Sonso, identificados por los pescadores del lugar como Embarcadero (zona norte), El Verde (zona central) y Managua (zona sur).
El hallazgo de contaminación en la reserva natural laguna de Sonso es fundamental, máxime cuando los reportes de la “Asociación de usuarios para la protección y el mejoramiento de las cuencas hidrográficas de los ríos Yotoco y Mediacanoa” (AsoYotoco) arrojaron que esta zona es una fuente importante de alimento y sustento para poco más de 1.500 familias (cerca de 7.253 habitantes), que viven en inmediaciones de la laguna, siendo su única fuente de ingresos alimenticios y económicos.
El grado de impacto que generan las actividades humanas ha alcanzado niveles de contaminación tan altos que esta zona no es apta para contacto primario como natación ni para contactos secundarios como actividades náuticas. Esta afirmación se sustenta en que las altas cargas de materia orgánica que se encuentran en el fondo de la laguna requieren un gasto de oxígeno significativo que deteriora la calidad del agua.
La baja concentración de oxígeno disuelto en el agua responde también a la profundidad de la laguna (entre 40 y 70 cm), especialmente en época de sequía, que no permite la estratificación de la temperatura en el cuerpo de agua, con lo cual gases como el oxígeno no se pueden disolver y terminan evaporándose.