Despegarán los coches voladores en la próxima Feria Electrónica de Consumo? Bueno, algo así. Los prototipos no sobrevolarán Las Vegas durante el evento tecnológico celebrado entre el 8 y el 11 de enero. Pero se presentarán varios diseños de coches voladores, un adelanto de lo que muchos ven como una solución de transporte inevitable para recorrer distancias cortas en el futuro.
Los cofundadores de NFT Inc., Maki y Guy Kaplinsky, una pareja que está creando un auto volador en Israel y en California, mostrará su diseño en la feria y hará una presentación ante los medios de comunicación.
"Creemos que tenemos un diseño ganador que nos permitirá fabricar el Modelo T de los coches voladores", dice Guy Kaplinsky en sus instalaciones de Silicon Valley, en referencia al popular modelo de Ford de bajo coste fabricado a principios del siglo XX.
En la parte trasera de la oficina de NFT en Mountain View, grandes lonas azules cuelgan desde el techo para ocultar el taller donde están ensamblando un prototipo.
Un equipo de veteranos ingenieros aeronáuticos lleva a cabo labores de investigación en las instalaciones de la empresa en Israel, y los fundadores tienen previsto ampliar su actual equipo de 15 personas.
La compañía está diseñando hardware y programas informáticos, pero cuenta con fabricantes externos para producir sus modelos en serie.
"Aprendimos de [la empresa de coches eléctricos estadounidense] Tesla que [su fundador] Elon Musk dedicó demasiado tiempo en la parte de la producción", explica Guy Kaplinsky. "Nosotros dedicamos nuestro tiempo a la parte tecnológica, y nos asociaremos a compañías para el ensamblaje", añade.
El modelo de NFT funcionará como un coche, pero será capaz de despegar o aterrizar verticalmente y volar con piloto automático. La empresa quiere venderlo por 50.000 dólares.
Solución a domicilio
Varias compañías, incluidas Uber y empresas emergentes apoyadas por el cofundador de Google Larry Page, están diseñando drones capaces de transportar a gente o vehículos similares.
En Japón, los voluntarios del proyecto Cartivator fabrican también un coche volador denominado "Skydrive", y tienen previsto utilizar un ejemplar para encender la antorcha en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
La iniciativa financiada mediante micromecenazgo ha recibido el apoyo del gigante japonés de los automóviles Toyota, donde trabajan algunos miembros de Cartivator.
En la feria de Las Vegas podrá verse un modelo reducido del "Skydrive".
NFT quiere unir un avión a un coche, lo que significa que no necesitaría aeropuertos ni helipuertos para su uso.
"Creemos que un uso a domicilio es la solución", asegura Kaplinsky. "Nuestra idea es más para una madre y sus tres hijos: subes a todo el mundo al coche de una vez y vas adonde necesitar ir".
Su vehículo eléctrico está pensado para recorrer distancias de 310 millas (500 km) volando y 60 millas (100 km) conduciendo.
Kaplinsky aspira a lograr una autorización de la Administración Federal de Aviación estadounidense en 2024 y espera tener un prototipo fabricado a finales de 2020.
¿Para gente corriente?
Para el analista del sector automovilístico Mike Ramsey, los coches voladores autónomos van a llegar pronto a nuestras vidas, pero no van a transformar profundamente la forma en que viaja la gente.
Según él, el coste, las regulaciones y la autonomía de las baterías son solamente algunos de los obstáculos que afrontarán los coches voladores.
"Tiene que haber un límite en el número de esos vehículos que pueden estar en el cielo al mismo tiempo", opina.
Que una persona tenga un coche volador puede ser maravilloso, pero 500 personas sobrevolando una ciudad en sus autos podría provocar un caos aéreo.
"Es genial y tendrá varios usos, pero es poco probable que gente corriente como usted y yo salte por encima de todo el tráfico", dice Ramsey.
El analista cree que los vehículos voladores sí pueden convertirse en alternativas más baratas a los helicópteros médicos o al transporte militar y permitir llegar a áreas rurales de difícil acceso.
En Japón
De otro lado el gobierno japonés convocó a varios grandes grupos, incluidos los gigantes Boeing y Airbus, para discutir sobre el desarrollo de automóviles voladores.
Sin embargo, los proyectos presentados en esta reunión a iniciativa del ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) nipón demuestran que este sueño no es algo de hoy para mañana.
La iniciativa japonesa, que aún sigue siendo algo vaga, apunta a diseñar una hoja de ruta. Los potenciales participantes en el proyecto provienen del sector aeronáutico (Airbus, Boeing, ANA y Japan Airlines), del automóvil (Uber, Subaru), o de la tecnología como NEC.
Los automóviles voladores "podrían resolver problemas de transporte en regiones aisladas o montañosas, o en el marco de operaciones de rescate en casos de desastre", dijo Shinji Tokumasu, funcionario del METI.
"Organizamos esta reunión pública y privada para hacer prosperar una nueva industria, y que sea rentable", señaló.
Entre los proyectos presentados, la empresa Cartivator está preparando un vuelo de prueba de su vehículo futurista pilotado "SkyDrive", para 2019.
Uno de los objetivos de este grupo de jóvenes ingenieros, apoyados financieramente por el megaconstructor automovilístico Toyota, es lograr (con uno de estos ingenios) encender la llama de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020. Y, a más largo plazo, aspiran a poder construir su vehículo en serie en 2027.
Decenas de empresas de todo el mundo, incluidas muchas 'start-ups', están trabajando en ingenios híbridos capaces de rodar por las carreteras y en cualquier momento elevarse por los aires.
En cuanto a las grandes marcas, la empresa Uber, con su iniciativa "Elevate" aspira a desatascar el transporte urbano, y Airbus, cuyo vehículo "Vahana" ya realizó su primer vuelo en febrero, está muy activo en este tema. Por su parte, el grupo industrial británico Rolls-Royce también presentó un proyecto propio en julio.
El "Flyer" diseñado por la 'start-up' Kitty Hawk, y financiado por el cofundador de Google, Larry Page, ya recibe comandos a confirmar desde junio. "Flyer" evoca el nombre del primer avión que vóló en la historía en 1903, y Kitty Hawk, la zona costera de Estados Unidos donde ello ocurrió.