Vientos que siguen trayendo a la ciudad el material particulado de quemas y de incendios forestales, y una constante en el aumento de la temperatura con heladas en la madrugada y baja nubosidad en toda la Sabana de Bogotá, han hecho que se sigan presentando y con mayor intensidad que en otras ocasiones, las inversiones térmicas.
Por ello, ayer la secretaría de Ambiente, Carolina Urrutia, dijo que la alerta amarilla se mantiene, y descartó la posibilidad de elevar la alarma a una alerta amarilla.
“Por estas condiciones, lo responsable frente a la ciudadanía y en particular a quienes sufren de temas respiratorios y cardiovasculares, es mantener la alerta amarilla y es lo que estamos haciendo el día de hoy. Seguimos monitoreando minuto a minuto y hora a hora la condición del aire de la ciudad, y estamos seguros de que vamos a ver mejorías en el corto plazo.
No obstante, las condiciones que presentaba la estación Carvajal-Sevillana, no hicieron posible que la Administración Distrital levantara la alerta, pues las condiciones aun lo impiden. A este inmediato respecto, la secretaria señaló que la Administración debe ver una tendencia a la baja constante en un periodo de por lo menos 48 horas, y en los últimos días no ha sido así.
“Sería irresponsable de nuestra parte, aprovechar cualquier pequeño bajón para levantar la alerta y tener que volverla a imponer unas horas después. Eso sí que generaría una sensación de caos y de falta de planeación”, dijo ayer Urrutia, quien además le recordó a la ciudadanía que esta medida tiene varias excepciones, y que por ello pueden transitar las grúas, los vehículos de control del tráfico y los camiones cisterna, entre otros.
Transportadores
Confirmando que el principio superior de este tema es la defensa de la salud de los más vulnerables, que son quienes tienen el peor aire y situación que más afecta a niños y adultos mayores, la secretaria de Ambiente dijo que eso no implica que los transportadores estén siendo ignorados por el Distrito y serán acompañados en su proceso de transición hacia energías limpias.
“Aunque entendemos la situación que atraviesan muchos de nuestros transportadores, nuestra responsabilidad es cumplir una norma nacional y defender la salud de los bogotanos en Bogotá. Estamos comprometidos en acompañar a los transportadores en mesas de trabajo con el Gobierno Nacional, que asegure que tengan acceso a las herramientas que requieren para hacer la reconversión tecnológica que deben travesar”, dijo la secretaria.
Por último, y reiterando que las condiciones actuales no han llevado la discusión a contemplar una alerta naranja, sino a mantener la alerta amarilla preventiva, Urrutia descartó la imposición de un pico y placa definitivo para los transportadores.
“El decreto 840 es un pico y placa permanente que busca ser una medida coyuntural que asegura que los vehículos que tienen más de 20 años y tecnologías obsoletas, no entren a la ciudad en los horarios en los que más se afecta la calidad del aire. Estamos construyendo un Plan Decenal de Descontaminación del Aire y lo haremos de la mano de la CAR y de Cundinamarca con medidas específicas que pueden incluir ciertas restricciones pero también decisiones más sofisticadas frente a que tiene que entrar a Bogotá para abastecernos”, señaló.
Operativos durante la semana
De acuerdo con la Secretaria del material particulado que está generando este malestar en el aire de la ciudad, el 21% corresponde a la industria; el 79% restante de todo el transporte en su conjunto, y de ese porcentaje el 39% corresponde a los vehículos de carga.