Éste es un síntoma que puede estar expresando muchísimas cosas, desde una molestia sencilla hasta una enfermedad maligna

TODOS en algún momento de la vida hemos padecido un dolor y generalmente  acudimos a los productos de la  medicina tradicional para calmarlo. Sin embargo existen alternativas naturales que pueden tener el mismo efecto de alivio.

En los problemas frecuentes de salud, que son el 80% de las consultas de primer nivel, se puede usar la farmacología vegetal como recurso terapéutico de primera elección o como complemento de otros tratamientos, basados en plantas medicinales, incluso se pueden usar analgésicos de origen natural, según explica el director científico y médico de Labfarve, también profesor titular e Investigador de la Fundación Universitaria Juan N Corpas, Oscar López.

El dolor, médicamente es un síntoma que puede estar expresando muchísimas cosas, desde algo tan sencillo como una molestia en la postura, hasta algo tan complejo como el síntoma de una enfermedad maligna. Un sin número de problemas médicos generan dolor. Lo que es importante establecer es la causa y las características del dolor porque eso nos puede orientar en el diagnóstico correcto y, obviamente, en el tratamiento adecuado.

Hay que determinar si dolor es secundario a un problema inflamatorio, agudo o crónico; así se empieza a clasificar y a tratar de acuerdo con las características.

¿Qué es el umbral del dolor?

Podríamos decir que el umbral del dolor es la capacidad que tiene cada individuo para soportar el dolor. Hay personas que toleran muy bien el dolor y otras que son menos tolerantes. Se ha podido demostrar que las mujeres tienen mejor tolerancia al dolor que los hombres. Por ejemplo, hay momentos en la vida de una mujer en los que tiene que manejar el dolor de una forma importante, tal es el caso del embarazo.

El umbral del dolor depende de cada individuo, hay personas que tienen una mejor respuesta y toleran el dolor más que otras. Así mismo, existen circunstancias en las que, por sus características, los individuos tienen una mejor respuesta analgésica; tales son los casos de peligro inminente de muerte o de gran riesgo para la integridad de la persona. En estas situaciones el organismo produce endorfinas, unas sustancias elaboradas por nuestro cuerpo para ayudarnos a manejar el dolor. Se sabe que estos neurotransmisores propios son muchísimo más potentes y efectivos que los analgésicos que usamos para manejar el dolor. 

También existen contextos llamativos. Hay pacientes con cuadros muy complejos y casi no se quejan ni manifiestan mucho dolor, mientras que hay otros que tienen cosas muy sencillas y se sienten muy mal. En este aspecto hay algo muy importante que es la emocionalidad. Actualmente la investigación ha podido relacionar al dolor físico con el dolor emocional, y hay personas que por aprendizajes o conductas saben manejar ese tipo de cosas mejor otras. No obstante, así mismo existen quienes aguantan mucho dolor físico, pero poco el emocional.

¿Terapéuticas alternativas o convencionales?

"La Farmacología Vegetal y las Terapéuticas Alternativas pueden involucrarse en el manejo del dolor. Ahora, lo que hay que mirar es qué tan potente es un fármaco vegetal, o el efecto de la acupuntura y de la homeopatía, comparados con un analgésico de síntesis química, y para qué casos se requiere el tratamiento. Muchas veces pasa que viene un paciente con un dolor agudo y yo no puedo decirle, toma Sauce 30 gotas 3 veces al día porque, aunque le va a servir, no es para manejar ese tipo de dolores; en este caso habrá que darle al paciente el más potente de los analgésicos. Después que se controle su dolor, si requiere usar analgésicos de manera crónica, entonces allí podríamos trabajar con Sauce, Romaza u otras especies vegetales que tienen la capacidad de ayudar al paciente. Pero en general, el 80% de los casos que llegan a consulta, que son de atención primaria, es decir casos simples y no complicados, pueden manejarse con farmacología vegetal" explicó el doctor López.

Agrega el experto que independientemente de la Terapéutica que utilicemos para el manejo del dolor, aunque se actúe en diferentes lugares del organismo o de diversa manera, finalmente lo que intentamos es disminuir esa sensación o quitarla, en el mejor de los casos. El gran inconveniente es que muchas veces con las Terapéuticas trabajamos manejando la consecuencia más no la causa del problema y eso es lo que, tal vez, frustra más a la parte médica, ya que hay muchas enfermedades que no tienen un tratamiento específico.  Sin embargo, podremos mitigar el dolor, por ejemplo en la artritis reumatoidea o en el cáncer, es algo que resulta absolutamente fundamental para el paciente; porque con ese manejo, aunque no podamos incrementar la cantidad de vida, sí podremos brindarle calidad de vida con un digno bienestar.”

¿Se puede pasar de un tratamiento tradicional a uno de farmacología vegetal?
“Podemos decir que sí, pero de acuerdo a las características y necesidades de cada paciente. No todas las dolencias ni todas las personas reaccionan de igual manera a los fármacos de obtención natural, algunos tienen mucho éxito otros no.

Ahora bien, cuando las respuestas son favorables, los cambios de medicación se pueden hacer de forma progresiva realizando pequeños cambios o ajustes en la dosificación para hacer un desmonte gradual basado en la respuesta positiva del paciente. Por ejemplo: un paciente con dolor por un problema articular crónico, guiado por su médico puede empezar a bajar la dosis del medicamento de síntesis e ir incluyendo uno de obtención natural, cápsulas de Sauce, por nombrar alguno. Podría ocurrir que se logre reemplazar completamente el medicamento de síntesis por el fármaco vegetal o que podamos reducir la dosis de los primeros gracias al efecto de los de obtención natural”, concluye el director científico y médico de Labfarve.