Energías renovables en Colombia (I) | El Nuevo Siglo
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Sábado, 27 de Abril de 2019
Alvaro Sánchez

Si bien es cierto que el decreto (0570 de 2018) no establece los detalles cruciales y específicos del tema, sí da los lineamientos básicos para diversificar la matriz energética de Colombia, de cara a la adaptación del país al cambio climático y a los compromisos que ha adquirido en los pactos internacionales como el llamado COP21 (reducción de 20 % emisiones de gases de efecto invernadero para 2030). También es cierto que le permite al país entrar con firmeza en la era de la generación con energías renovables.

El decreto tiene diversos objetivos entre los que predomina la de fortalecer la resiliencia de la matriz de generación de energía eléctrica, ante eventos de variabilidad y cambio climático a través de la diversificación del riesgo, es decir, crear nuevas fuentes de energía para resistir una sequía, como la que se vivió en el pasado fenómeno de El Niño; sin embargo en el mismo documento se recomienda diversificar la balanza energética nacional. La pregunta es ¿Cómo se diversifica?

En el país se calcula que quedan reservas de petróleo para máximo diez años y en el planeta se calcula que se acabará en poco más de cincuenta años. Se hace entonces indispensable pensar en fuentes alternativas de energía que garanticen la supervivencia hacia el futuro.

Existen tres grandes grupos de energías alternativas o nuevas, mal llamadas limpias: las que derivan de elementos no renovables, las que derivan de elementos renovables y las que derivan de elementos semi perennes. Veamos algunas de las ventajas y desventajas de dichas energías.

En el grupo de renovables se incluyen básicamente dos fuentes de energía, que son: el hidrógeno y el carbón. El primero como fuente de energía se obtiene mediante procesos de descomposición del agua, proceso irreversible en el ámbito natural; esto hace extremadamente peligroso que se popularice dicho proceso; en cuanto al carbón, que ha venido siendo considerado como uno de los combustibles más contaminantes, se están desarrollando nuevos procesos de hidrogenación que manejan los gases en ciclo cerrado y podrían llegar a tener gran rentabilidad; el problema está en que la disminución de los gases producidos es muy baja en comparación con los producidos por los derivados del petróleo y también se agotará en un plazo relativamente corto.

En el grupo de los semi perennes se identifican cuatro fuentes de energía; el sol, la geotermia, los vientos y el mar. El sol, que debería ser la fuente de energía más limpia, cuenta con la gran desventaja de depender de paneles que se fabrican con elementos altamente contaminantes en el mediano plazo y que ya están generando problemas con su manejo y disposición final, máxime en un país donde el control pos-consumo es prácticamente nulo; la geotermia es una fuente aún experimental, pero hay estudios serios de la Universidad de Monterrey que cuestionan la incidencia que la masificación de ésta pueda tener en los ciclos naturales, por lo tanto se requiere de una mayor investigación; la energía eólica fue cuestionada inicialmente por el nivel de ruido producido lo cual hizo que en Europa se desplazara a mar adentro y sobre balsas, logrando muy altos niveles de eficiencia; sin embargo hoy se considera que éste tipo de energía es la causa de tener por lo menos cuatro especies de aves en peligro de extinción; el mar solo puede ser utilizado para producir energía mediante el aprovechamiento de las mareas, proceso mediante el cual necesariamente se manipulan las corrientes y sus velocidades afectando necesariamente la vida marina con consecuencias aún no predecibles.

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@alvaro080255