El Gobierno nacional debe establecer una política pública de sustitución de esta sustancia, dice el fallo de un juez Administrativo

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La utilización del asbesto en Colombia parece tener los días contados, luego de que un juez de Bogotá le ordenara al Gobierno nacional sustituir en un plazo máximo de cinco años el uso de este elemento considerado altamente cancerígeno para la salud humana.

La decisión la adoptó Juzgado 39 Administrativo de Bogotá al fallar una demanda interpuesta en 2005 por el ciudadano Juan José Galíndez contra el uso de este elemento.

En la sentencia de 616 páginas, el juez les ordena definir una política pública de sustitución del asbesto, materia prima utilizada para la fabricación de tejas, e partes de automotores y hasta para el uso cosmético.

“Con base en el convenio OIT 162, revisado por la Corte Constitucional, se le ordena a los ministerios del Trabajo y de Salud diseñar, implementar y ejecutar hasta en un plazo máximo de cinco años la política de sustitución del asbesto”, dice el juez Leonardo Galeano Guevara en su decisión.

Para adoptar el fallo, el jurista inició el estudio del caso en 2006, pues el expediente incluye más de 30 testimonios y 12 mil folios, que hacen de este un asunto complejo con profundas implicaciones para el Gobierno y para la industria.

“Como juez no puedo ordenar la prohibición del asbesto. Lo importante de esta decisión, es que se vence el paradigma del uso del asbesto seguro en Colombia que había sido sostenido durante muchos años y se reconoce que no hay una condición básica para que ese asbesto sea usado en condiciones seguras”, dijo Galeano Guevara.

Incluso, señala el fallo, los efectos perjudiciales de esta materia prima son altamente letales aún por fuera del área de producción, pues “no existe un umbral seguro de exposición del asbesto, no solo en materia ocupacional sino por fuera del ambiente laboral”.

Este material ha sido proscrito en 70 países del mundo, los más recientes Canadá y Estados Unidos, por su alto impacto en la salud pública. Inclusive, el Supremo Tribunal Federal de Brasil, en sentencia de 2017, declaró inconstitucional la norma del uso del asbesto en esa nación pese a ser el segundo productor a nivel mundial.

Se estima que en Colombia hay más de 250 empresas que aparecen en los registros del Plan Nacional de Prevención contra Neumoconiosis y otras enfermedades, que estarían relacionadas directa e indirectamente con la comercialización de productos que incluyen el asbesto en su fabricación.

Proyecto en curso

A pesar de que en el Congreso de la República avanza un proyecto de ley que busca la prohibición total del asbesto. Se trata de una iniciativa de la senadora Nadia Blel, del Partido Conservador, que ha insistido en eliminar su uso en Colombia.

La iniciativa ha sido presentada en siete oportunidades y en todas se ha archivado por diferentes razones. “Con este proyecto queremos hacerle un homenaje a Ana Cecilia Niño, una mujer incansable que luchó hasta sus últimos momentos por ver una Colombia libre de asbesto. Por ella y por todas las víctimas del país vamos a seguir insistiendo en esta iniciativa hasta alcanzar una prohibición absoluta de todas las variedades de asbesto en nuestro país”, dijo la congresista el año pasado, cuando radicó nuevamente el proyecto.

Se refiere a Ana Cecilia Niño, quien murió en enero del año pasado luego de una batalla de casi cuatro años contra un mesotelioma maligno, producto del contacto que tuvo con la fibra de asbesto durante los 17 años que vivió en el municipio de Sibaté, en Cundinamarca, donde funciona una fábrica de tejas que utiliza ese material. 

Pero aunque el proyecto apenas ha sido discutido en primer debate, ya dos municipios del país han prohibido el uso de este material. Se trata de Chivatá (Boyacá) que lo hizo el mes pasado gracias a un acuerdo del Concejo Municipal que establece que el asbesto no podrá ser utilizado en ningún proceso productivo dentro de su área urbana y rural.

Una decisión similar ya había adoptado el municipio El Colegio (Cundinamarca), que también prohibió el uso de esta materia prima cancerígena.

“Es un gran avance”: Greepeace

La ONG Greenpeace, una de las organizaciones más reconocidas en el mundo por trabajar en favor del medio ambiente, calificó como “un gran avance” la decisión judicial.

“No dejamos ni dejaremos de impulsar, presionar y exigir que Colombia prohíba el uso de asbesto. 130 mil personas firmaron para que esto sea posible y pensamos que cualquier acto legislativo implica un avance en la protección de derechos de las víctimas, reconociendo que la industria ha sido terca en saber que el asbesto es una sustancia peligrosa”, dijo Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia.

Esta ONG, que ha liderado la batalla por la eliminación del asbesto en Colombia, advierte que aunque en el país no existen cifras concretas sobre el número de afectados, “se habla de 500 colombianos que padecen enfermedades cancerígenas asociadas a esta sustancia”, dijo la vocera de Greenpeace.

Qué es el asbesto

De acuerdo con el portal www.cancer.org, el asbesto es una sustancia naturalmente conformada por un grupo de minerales a manera de conjunto de fibras que se encuentran en el suelo y las rocas en muchas partes del mundo. Están hechas principalmente de silicio y oxígeno, aunque también contienen otros elementos.

Existen dos tipos principales de asbesto, el crisotilo, conocido también como asbesto blanco, el más común en las aplicaciones industriales, y el asbesto antífolas, en forma de agujas rectas. Ambos tipos de asbesto han sido asociados con el cáncer.

Las fibras de asbesto son útiles porque son fuertes, resistentes al calor y a muchos químicos, y no son conductoras de la electricidad. Por ello es utilizado para aislar fábricas, escuelas, casas y barcos, al igual que para fabricar partes de los frenos y el embrague de automóviles, tejas para techos, losas para el piso, cemento, textiles y cientos de otros productos.