Una dieta equilibrada, el ejercicio regular y dormir lo suficiente son formas importantes de combatir el coronavirus, aseguró la doctora Nevin Sanlier, experta en nutrición y dietética.
“Es muy importante consumir cantidades suficientes de proteína, especialmente aquellas con un alto valor biológico como leche, productos lácteos y huevos para impulsar el sistema inmunológico”, dijo Sanlier a la Agencia Anadolu.
Sanlier, quien también es decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Medipol de Ankara, sugirió a las personas seguir una dieta balanceada, que contenga cantidades adecuadas de productos lácteos como leche, yogur y queso, además de carnes, pescado, aves, huevos, nueces, granos, vegetales, frutas, pan y cereales.
La experta destacó que aquellas dietas que no cuenten con el consumo suficiente de nutrientes pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas frente a las infecciones.
“El consumo de alimentos con probióticos se ha vuelto más importante para fortalecer el sistema inmune durante mediados de temporadas e invierno cuando el cuerpo es menos resistente. Los productos lácteos fermentados como el Kefir y el yogur son fuentes significativas de probióticos”.
La doctora recomendó beber en promedio 2,5 litros de agua a diario para prevenir la deshidratación y evitar el consumo de comidas muy grasosas.
Es importante dar continuidad a las actividades físicas y que el cuerpo descanse entre siete y ocho horas al momento de dormir, agregó Sanlier.
Al reiterar la importancia de la higiene de las manos, la doctora advirtió que no se debe consumir frutas antes de lavarlas.
Después de surgir en Wuhan, China, en diciembre del año pasado, el virus se ha extendido a al menos 123 países y territorios.
El coronavirus es transmitido por el aire y sus primeros síntomas son fiebre alta, dolor de garganta, tos y dificultad para respirar.
En etapas posteriores, el virus causa neumonía e insuficiencia renal y, finalmente, puede provocar la muerte.
La cifra de muertos en el mundo por el COVID-19 es de casi 6.500 personas, con más de 164.000 casos confirmados, indicó la Organización Mundial de la Salud, que declaró al brote como una pandemia.