24 especies de abejas, de las cuales dos de ellas son nuevos registros para el país que se encuentran en estudio por parte de expertos, ya que podría tratarse de nuevos ejemplares para la ciencia, es el resultado de un inventario participativo de este insecto nativo liderado por Cornare en la Reserva Protectora La Montaña, de la vereda Marbella del municipio de San Roque, Antioquia.
Este importante hallazgo se suma a otras iniciativas que adelanta la Corporación por la conservación de esta especie, fundamental para la seguridad alimentaria. Por eso hoy, en el marco del Día Mundial de las Abejas, Cornare invita a la comunidad a recordar la importancia de estas polinizadoras.
Desde hace 4 años, la Corporación adelanta un proceso de restauración ecológica con el fin de mejorar la actividad productiva ligada a la conservación del bosque, a través de un proceso de capacitación, sensibilización y educación ambiental. Se trata de fortalecer las prácticas relacionadas con el manejo cultural de abejas nativas sin aguijón (Meliponini) y con agujón (Apis melífera).
500 familias campesinas de la región han recibido capacitación sobre meliponicultura, las cuales habitan principalmente en las Reservas Forestales Protectoras Regionales, entre ellas se encuentran Sirap Embalses, el Distrito Regional de Manejo Integrado las Camelias, la Reserva Forestal Cañones, Santo Domingo y Melcocho, Reserva Forestal Protectora Regional Las Cuchillas de El Tigre, El Calón y la Osa y la Reserva Forestal Protectora la Montaña.
Según Carlos Mario Zuluaga Gómez, director General de Cornare, “para nosotros como Corporación es muy importante incentivar entre las comunidades campesinas la protección de las abejas; por eso estamos trabajando para que su preservación se dé a través de proyectos productivos, en los que se vea a las abejas como seres vivos indispensables para la polinización”.
De otro lado, los “guardianes de las abejas”, como son llamados los niños y jóvenes de 60 instituciones de la jurisdicción Cornare, se capacitan a través de la práctica experiencial sobre la importancia de conservar las abejas meliponas y la flora melífera.
Gabriel Giraldo estudiante de quinto grado de la Institución Educativa San Rafael, sede El Charco y quien sobresale por su pasión hacia el cuidado de las meliponas expresó que “con la capacitación empecé a entender más sobre el tema. Sin las abejas no tendríamos árboles y si se secan los árboles no hay oxígeno, ni agua”, manifestó.
Ya son 1.400 estudiantes de la región Cornare que exploran el mundo de las abejas, conocen de cerca las colmenas y sus enemigos naturales, además de reconocer que gracias a su trabajo de polinización es posible acceder en gran parte a las frutas y hortalizas que se consumen en los hogares.
“Hace parte de la Cátedra de Educación para la Cultura Ambiental que viene desarrollando Cornare, el objetivo es entregar módulos sobre meliponicultura a los docentes para que ellos se conviertan en multiplicadores de conservación, porque las abejas nos enseñan a vivir en sociedad, la disciplina y el trabajo en equipo”, dijo el subdirector de Educación y Participación Socioambiental de Cornare, Héctor Iván González Castaño.
Para Cornare es un orgullo ser una de las Corporaciones Autónomas Regionales que educa no solo a niños y jóvenes en defensa de las abejas, sino a las familias campesinas de la jurisdicción, la mayoría socias del esquema BanCO2, que conjuntamente con la extracción de miel, cera y productos utilizados curativos generan bienestar económico para las comunidades.
Importancia
La polinización de no menos de 70 cultivos de interés comercial y la producción de miel son dos de los servicios que las abejas prestan al país y, a ello se suma que permite que una gran cantidad de plantas con flores no se extingan.
El año pasado en el país se produjeron cerca de 3.900 toneladas de miel, con aumento de 10 % sobre 2017, que a su vez tuvo mayor producción que el año precedente.
El informe del Ministerio de Agricultura dice que si en 2016 había 100.881 colmenas, en 2018 aumentaron a 114.509.
La ventaja para el agricultor es grande porque las abejas le economizan 25, 30 o más por ciento, según el cultivo, aumentan las semillas y los frutos su tamaño. “En el aguacate un incremento de hasta el 70 %, en almendras hasta 100 %”, expresa Salazar (ver cuadro).
Estos insectos ayudan a reconvertir zonas, a regenerar bosque. Es el caso de la región minera del Bajo Cauca.
Un estudio de Vianny Plaza y colegas, de la Universidad del Cauca, reportó la presencia de 64 especies de abejas de cuatro familias, de ellas 42 en sistemas con sombra asociada, 41 para sistemas a libre exposición y 31 para bosques.
Se calcula que 58 % de las frutas y 86 % de las hortalizas y aromáticas pueden ser polinizadas potencialmente por A. mellifera, una relación productiva a la que habría que sacarle mejor provecho./CAM