VARIAS instituciones y fundaciones han creado los últimos años programas para controlar las altas cifras de animales callejeros y brindar primeros auxilios a quienes lo necesiten, en un compromiso que además busca conseguirles un hogar adecuado a través de un completo y especial acompañamiento.
En la actualidad el 43% de los colombianos tiene una mascota y de este porcentaje una cantidad considerable ha sido por adopción, una tendencia que va en alza debido a las aterradoras e inciertas cifras de perros y gatos sin hogar. Sin embargo, los altos números de adopciones no solo se deben a la sobrepoblación animal, sino que también, son parte de un fenómeno de abandono y violencia animal, a pesar de las campañas de concientización de la Alcaldía.
Por este motivo diferentes organizaciones como el Instituto de Protección Animal, Fundación Alma Perruna y Atlas Adopciones han optado por acoger perros y gatos que están sufriendo en las calles, prestando el cuidado necesario, impulsando jornadas de esterilización para controlar dicha sobrepoblación y poniéndose en la tarea de encontrarles un hogar ideal.
Ellas concuerdan en que lo primordial y con lo que se debe iniciar esta labor es con la esterilización. “La razón de ser de Alma Perruna es salvar vidas, esterilizando estamos evitando que los cachorritos que vayan a nacer tengan malas condiciones de vida”, afirmó en diálogo con este Diario, Ángela Ariza, community manager y coordinadora de la fundación Alma Perruna.
En 2018 las jornadas de esterilización fueron un éxito. “Se esterilizaron más de 80 mil animales, lo que contribuye al control poblacional y en el mes de mayo se estarán realizando nuevas jornadas”, dijo la directora del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (Idpba), Clara Lucía Sandoval, a EL NUEVO SIGLO.
Tres labores animalistas
Mediante diferentes programas como las Urgencias Veterinarias, las Brigadas Médicas y el Escuadrón Anti-crueldad han logrado cifras importantes. El Idpba ha velado por la protección y el bienestar de la totalidad de animales que conviven en Bogotá.
Gracias a estos programas se llevaron a cabo 974 adopciones en 2018 y 232 en lo que lleva corrido de este año. La directora del Instituto atribuye estas cifras a las campañas promovidas por la Administración, una de las que más ha funcionado ha sido la App Distrito Animal. Esta plataforma permite que los ciudadanos conozcan los animales que están en adopción con una detallada explicación de sus características y además permite al ciudadano ofrecer un hogar de paso o que sea voluntario del Instituto.
Alma Perruna ha cumplido esta labor de otra manera al ser una organización sin ánimo de lucro. Las alianzas con diferentes veterinarias, el trabajado con líderes comunitarios y el gran apoyo de las personas que los rodean y que han conocido de la iniciativa (padrinos y voluntarios) han hecho de esta una fundación sostenible que ha generado alto impacto en la población animal en sus cuatro años de existencia. En dos años han evitado 144 nacimientos al esterilizar un solo perro y 256 nacimientos al castrar un solo gato.
Las esterilizaciones se han hecho en lugares donde el IPA no llegado: Cazucá, Soacha, Ciudad Bolívar, Ubaté, Guasca y San Francisco, lugares con altos índices de sobrepoblación animal. En su labor han evitado la reproducción masiva de miles de mascotas, solo el año pasado esterilizaron 1.450.
“Rescatamos animales que se encuentren en peligro de muerte, hay algunos que su hogar es la calle y no podemos moverlos de allí, sin embargo hay otros que lo necesitan”, explicó Ángela Ariza. Así mismo han encontrado a otros con signos de maltrato por parte de sus dueños. “En una de las jornadas en Cazucá nos llevaron un perrito apuñalado en la cabeza, se estaba desangrando y ahí mismo lo trajimos para Bogotá”, contó.
Este fue uno de los casos más duros para Alma Perruna, la alianza con el equipo veterinario que los apoya en los rescates permitió que Lotto se salvara de morir. Luego de tres meses en cuidados médicos financiados por uno de los muchos padrinos de la fundación y gracias a la difusión en redes sociales, esta mascota tuvo un final feliz: encontró su hogar en California. Como él 204 adopciones han sido logradas por esta organización.
Un caso similar de violencia vivió Maya, una perrita que la fundación Atlas Adopciones rescató en Soacha porque era maltratada por su dueño y además estaba en peligro de violación por humanos, una tendencia común en este municipio. Esta fundación la llevó a la guardería que les colabora y allí han logrado mediante veterinarios y etólogos que esté estable y que no tenga miedo hacia los humanos. Actualmente lleva un año y medio allí y se encuentra en busca de un hogar que la acoja.
Finalmente lo primordial para cada una de estas fundaciones e instituciones es que los adoptantes de estas mascotas vulnerables y golpeadas por la vida, sean mayores de edad, tengan una buena conexión con el animal que deseen, tengan tiempo, recursos y un espacio adecuado para darles una buena calidad de vida, entiendan que es una responsabilidad para toda la vida y habiten un sector que no padezca la gran problemática de sobrepoblación animal.