Los bosques naturales del norte colombiano volvieron a acoger a loras, guacamayas y tortugas que sufrieron del comercio ilegal de especies silvestres. Gracias al convenio Ambiente con Altura entre la CVC y la FAC, con el apoyo del Dagma, se trasladaron 159 animales en 15 guacales -con un peso aproximado de 630 kilogramos- que fueron cargados en un avión Boeing 767 desde el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de Palmira hasta Barranquilla.
La operación Regreso a la libertad IV, tal como en sus tres anteriores ediciones, busca contribuir a la conservación de la biodiversidad con el retorno de especies que nunca debieron salir de su hábitat.
Regreso a la libertad ya cuenta con un importante registro de cerca de más de 500 animales entre primates, loros, guacamayas, boas, tortugas y tigrillos que ya son libres. Esta alianza entre la CVC y la FAC viene desde 2015 dejando un importante precedente de que sí es posible aprovechar la infraestructura de las fuerzas armadas para acciones que no están relacionadas con la misión de defensa y seguridad nacional. Con este tipo de operaciones ya han regresado diferentes ejemplares a Bolívar, Atlántico, Cesar y Caquetá.
El esfuerzo logístico de la FAC es extraordinario, debido a que disponer de una aeronave de carga para este tipo de viajes requiere de un equipo que no cuenta sólo con pilotos, sino con tripulantes de vuelo, personal de planeación y el grupo de mantenimiento. “Es una misión supremamente importante, debido a que constitucionalmente las Fuerzas Militares estamos en la obligación de contribuir con todos los fines del Estado. La Fuerza Aérea Colombiana se vincula de una manera adecuada, con un esfuerzo grato, sabiendo que la misión es significativa para la nación, para los animales y la conservación de nuestra fauna y flora”, afirmó Diego Robayo, capitán de la FAC adscrito al Comando Aéreo de Combate No. 7 y jefe de la sección Acción Integral Coordinada.
Sin embargo, este tipo de procesos requiere de una antesala que arranca con la rehabilitación animal, de más de seis meses en el Centro de Atención y Valoración de Fauna de la CVC, donde el personal supervisa la alimentación, el comportamiento y la formación de grupos para que se pueda determinar que pueden regresar a sus zonas de distribución natural. “La Fuerza Aérea, en el marco de sus acciones constitucionales, ahora en el posconflicto, se convierte en un muy importante y muy interesante aliado que nos permite transportar, a través de todo el país, a todas la especies animales que están listas para ser liberadas”, expresó Gustavo Trujillo, biólogo de la Dirección de Gestión Ambiental de la CVC.
Las tortugas hicotea fueron liberadas por el personal de la CRA en la Ciénaga de Malambo, mientras que las guacamayas y loras volaron libres en la Reserva Forestal El Palomar, ubicada en la vía hacia Cartagena. Lo lamentable es que no todos pueden hacer el retorno a su hogar, como esta vez ocurrió con un hurón, dos perezosos, un flamenco, un tucán y un zorro cañero. Este grupo fue acogido por la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, pues no sobreviviría de nuevo en el ecosistema originario, lo que hace evidente la crueldad de arrebatar a un espécimen silvestre de la madre naturaleza.