En el entorno del estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, a unos 30 minutos en metro de los enfrentamientos entre manifestantes y policía, el ambiente es de entusiasmo entre los hinchas que ya están llegando para ver el partido inaugural del Mundial entre Brasil y Croacia.
En el tren camino al estadio, cientos de personas vestían las camisetas 'verdeamarelas' y llevaban banderas, las caras pintadas y pelucas con los colores patrios.
Un aplauso retumbó en el vagón cuando apareció por la ventanilla el 'Itaquerao', como es también conocido el estadio paulista, que recibirá el partido inaugural a las 20H00 GMT.
En la estación Itaquera Corinthians, donde se baja para ir al estadio, resonaba el "¡oh oh oh Brasil!" de los entusiasmados locales que se tomaban fotos con cientos de croatas -orgullosos con su camisetas rojo y blanco-. Brasileños y croatas intercambiaban banderas, sonrisas y abrazos, constataron periodistas de la AFP.
"El ambiente ha sido excelente, fuimos bien recibidos", dijo a la AFP Dan Culjak, un croata de 45 años que vive en Estados Unidos y viajó a Brasil con 20 compatriotas.
Era un escenario muy distante de los enfrentamientos registrados en la protesta convocada en la mañana en la estación de metro Carrao, a 10 km del estadio, que fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos y balas de goma.
En el estadio hay también hinchas mexicanos, colombianos y argentinos que mostraban el mismo entusiasmo por la "fiesta del fútbol".
Un hombre llevaba una gigantesca máscara con la cara de Diego Armando Maradona y en la camiseta una leyenda que reza: "Soy brasileño hermano".
Un grupo de jóvenes argentinos sorprendieron al anunciar que hincharían este jueves por Brasil.
"Queremos que ganen para que lleguen a la final y pierdan con nosotros. Será el nuevo Maracanazo", lanzó Pablo Fernández, un estudiante de 20 años, mientras saltaba abrazado con un brasileño con peluca y la cara pintada de 'verdeamarelo'.