Debido a la falta de claridad sobre el costo que deben tener los útiles escolares, algunos colegios están aprovechando ese vacío para amarrar con las editoriales el aumento en el precio de los libros.
Esta situación fue denunciada por la Asociación de Padres de Familia, que además de estos costos deben afrontar también importantes incrementos en las matrículas y pensiones.
El presidente de la Asociación, Carlos Ballesteros, explicó que el Gobierno Nacional sigue sin regular expresamente el tema de los útiles escolares, por lo que las dádivas de parte de las editoriales hacia los colegios, con tal de adquirir determinados libros, continúan como un secreto a gritos.
Para Ballesteros son los colegios privados los que especialmente se han abocado a exigir este tipo de libros, que se pueden conseguir en el mercado con un costo más económico.
“Normalmente siempre se presenta la dificultad al inicio del año sobre los costos educativos. Esos libros son supremamente costosos, de 70 mil pesos para arriba y lo curioso es que si el niño no aporta el libro es evaluado negativamente porque detrás de todo esto, que es una cosa que no podemos certificar ni probar, hay un negocio”, dice al indicar que los dichos textos se consiguen 40 mil pesos por debajo de los costos exigidos.
Aseguró que el tema no ha cambiado en décadas y es que muchos propietarios de colegios privados “reciben dádivas de las editoriales para obligar a los padres a comprar ese libro. Es un secreto a gritos”. Dichas dádivas son dotaciones de bibliotecas.
En cuanto a la aplicación de nuevas tecnologías como tablets y computadores portátiles, el tema no es tan común y, según él, solo el 10% de las instituciones acuden a ella pues los demás aún utilizan metodologías de lectoescritura antiguas.
Sin embargo, el representante del sector de papelerías de Fenalco, Francisco Micolta, dijo en medios ayer que el uso de este tipo de aparatos ha hecho que el precio del papel se mantenga, incluso puede tender a la baja pues la presencia va cambiando.
“Los oferentes y fabricantes de los productos escolares, por costumbre, realizan sus incrementos de precios a mediados del mes de abril, aproximadamente. La temporada escolar viene con los precios del año pasado y continúan hasta el cierre de la temporada escolar”, explicó.
Adicional a ello, el costo de las listas escolares ha disminuido, sostuvo, al referirse a la oferta del mercado actual.
“Digamos que el costo de una lista, en promedio, para estudiantes de bachillerato puede estar costando alrededor de 250 mil y 350 mil pesos. Esto se da, por el aumento de complejidad de la educación, donde por ejemplo ya exigen una calculadora científica que es básicamente necesaria”, como lo comentó en medios de comunicación.
Útiles inútiles
El presidente de la Asociación de Padres de Familia trajo a colación la Ley 1269 de 2008 que expidió el Congreso de la República en la que se estipula la no exigencia de elementos como papel higiénico, plastilina y marcadores, entre otros hacia los estudiantes.
También recordó que hace un par de años sonó mucho una denuncia sobre una institución educativa de Chía, Cundinamarca, que, al parecer, financió una campaña política para un candidato a la Alcaldía municipal.
En aquella ocasión supuestamente llegaron siete camiones llenos de papelería y demás elementos sobrantes de todo lo que entregaron los padres de familia que fueron llevados a un colegio pequeño con tal de obtener votos.
En lo referente a los bonos educativos, pese a que fue una figura que impuso el sector privado de las instituciones educativas, la Sentencia C570 prohibió este tipo de cobros.
Sin embargo, “se inventaron hacer una carta que dice: yo como padre de tal niño de manera libre, espontánea y voluntaria manifiesto que dono al colegio tal tanto dinero. En el caso del Colegio Nueva Granada no cobra pesos sino en dólares por el bono educativo, y son unos 15 mil dólares. Son 30 millones de pesos solo para el ingreso y eso que es supuestamente voluntario”.