Sin tener en cuenta la solicitud de gremios, Gobierno y analistas, el Banco de la República siguió aumentando las tasas de referencia que le cobra al sistema financiero y en la última reunión de la Junta Directiva decidió incrementar los tipos en 0,25 puntos, con lo que dejó los intereses en 5 por ciento.
La decisión del Emisor, como luego explicó el gerente José Darío Uribe, se debe más a una política prudencial para frenar la demanda y consumo de los hogares que, aunque no está desbordado, sí es alto y ha llegado a 9,4 por ciento. Sin embargo, este hecho es el que ha permitido que el crecimiento de la economía sea dinámico desde hace un año y cuando los mercados esperan un resultado de 6 por ciento para el total de 2011.
Explica el Banco Central que todas las modalidades de crédito, tanto a los hogares como a las empresas, continúan registrando crecimientos muy superiores al de la actividad económica. Esto se ha dado en un contexto de tasas reales de interés históricamente bajas.
No obstante, sectores del comercio, la industria y el Gobierno manifestaron la inconveniencia del incremento de los intereses, dada la actual coyuntura externa y sobre todo el impacto que tendría en el crecimiento.
La demanda
Para el presidente de Fenalco Guillermo Botero, el aumento del crédito, sobre todo del de consumo, es positivo porque eso permite un mejor comportamiento de la demanda que a su vez contribuye a un crecimiento positivo de la economía.
“Si hay crédito es porque la gente tiene capacidad de pago, yo no creo que los bancos estén prestando a quien no puede respaldar una obligación. No, la demanda de crédito es positiva porque eso mueve la economía, el consumo”, sostiene.
Sobre la postura del Emisor de seguir incrementando los intereses, manifestó que “yo creo que la decisión del Banco de la República de incrementar los intereses no es positiva, ya que con ello demuestran que le están temiendo al crecimiento de la economía, temiéndole al excelente consumo”.
Frente a lo que sucederá este año con el costo del dinero, el dirigente gremial fue enfático al sostener que “el Banco Central seguirá con su política monetaria adelante, pero el comercio organizado no le teme a esa situación ya que hay un buen margen de manejo como para que un mayor costo del dinero impida que la gente compre”.
Esta postura coincide con la del presidente de la ANDI Luis Carlos Villegas, quien desde siempre ha defendido los bajos intereses.
La inconveniencia
A su vez, tanto el ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry como el ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo coincidieron en afirmar que una subida de intereses era inconveniente en este momento, poniendo como ejemplo lo que sucede en otros países de la región que prefieren bajar los tipos para prevenir un aumento exagerado de inversiones.
Otro elemento de juicio por parte de los directivos del Emisor a la hora de decidir el incremento de enero pasado, es que en diciembre las tasas de interés reales (descontando el IPC sin alimentos) para créditos de consumo, hipotecario y comercial ordinario se situaron en 15,4 por ciento, 9,6 por ciento y 8,2 por ciento respectivamente, cifras inferiores a los promedios observados desde el año 1998.
Asimismo, indican que “los costos de producción no habrían sido fuente de presiones importantes sobre los precios al consumidor en el cuarto trimestre de 2011. Esta situación, sin embargo puede que no se mantenga para 2012 debido a la estrechez del mercado laboral y a que el ajuste del salario mínimo de 5,8 por ciento fue superior en 2,8 puntos porcentuales a la meta de inflación largo plazo de 3 por ciento”.
Sin embargo, para el cuarto trimestre del 2011 la información más reciente sugiere que la economía colombiana continuó mostrando un buen dinamismo, creciendo incluso a una tasa superior a la registrada en el primer semestre del año.
De otro lado, casi todos los análisis, tanto de Fedesarrollo como de gremios, puntualizan que la confianza de los consumidores en diciembre creció significativamente y se ubicó no sólo por encima del promedio sino también en el nivel más alto para todo el año.
En términos generales en 2011 se habría tenido un importante crecimiento del consumo de los hogares (duplicando su promedio de crecimiento de la última década) y una fuerte aceleración en el crecimiento de la inversión.
Otro elemento que tuvo en cuenta el Emisor para elevar los intereses es la actual coyuntura internacional, puntualmente cuando se espera que para este año las cotizaciones internacionales de los principales bienes básicos exportados por Colombia se mantengan en niveles relativamente altos con lo que se continuaría impulsando el ingreso nacional.
Muestra de este comportamiento es que los últimos datos de la balanza cambiaria nacional muestran que la inversión extranjera directa sigue dinámica, especialmente la dirigida a la minería. Si la situación internacional no se deteriora aún más, se prevé que este comportamiento continúe durante 2012.
Sobre el rumbo que van a tener las tasas de interés, la política del Emisor es clara, como lo sostuvo el codirector Juan José Echavarría, quien dijo que “el gran reto del Banco de la República es defender los índices de inflación bajos y por ello, si es necesario seguir subiendo los tipos de interés, lo hará sin temor o reserva alguna porque está de por medio una variable esencial para el buen comportamiento de la economía”.
Según Echavarría, hay una gran preocupación al interior del Banco Central por los disparados índices de consumo en los hogares, los cuales van acompañados de crédito.
Aclaró que el Banco de la República subió los tipos de interés porque la economía colombiana es sorprendentemente buena y la tarea del prestamista de primera instancia es garantizar esos buenos indicadores, más cuando se defiende una meta de inflación de tres por ciento.
El experto afirmó que “los crecimientos sostenidos son muy buenos en la economía, pero aclaró que para el caso de Colombia, cuando el crecimiento se ubica en rangos de entre cinco y seis por ciento, la inflación empieza a crecer y es allí cuando el Emisor entra a jugar un papel determinante para frenar cualquier indicio de sobrecalentamiento en la economía”.
De otra parte, y pese al deterioro del panorama externo, los buenos resultados del crecimiento interno, de las ventas externas, de la inversión extranjera y de la confianza de los consumidores e inversionistas, indican que el contagio de la situación internacional a la economía colombiana no se ha producido.
En las minutas para justificar su política monetaria alcista, la Junta Directiva del Banco de la República argumenta que “en el tercer trimestre de 2011 el PIB creció 7,7 por ciento anual, cifra históricamente alta y superior a la esperada”.
Señalan que el crecimiento anual de la demanda interna se explicó por el fuerte aumento de la inversión y del consumo de los hogares, y que para el cuarto trimestre del año pasado la economía continuó mostrando un fuerte dinamismo.
“En el balance externo tanto las exportaciones como las importaciones continuaron creciendo a tasas altas en noviembre. Con todo ello, el equipo técnico estima un crecimiento económico para 2011 superior a 5,5 por ciento. Para 2012 el intervalo de pronóstico siguió entre 4 por ciento y 6 por ciento”, sostienen los codirectores del Banco.
Como se esperaba en estos asuntos de política monetaria, existen razones de peso tanto a favor como en contra para comprender la decisión del Banco de la República que, como es tradicional, siempre adopta una postura prudente frente al comportamiento de la economía y acertando en la mayoría de los casos.