El colombiano Álvaro Mutis, uno de los escritores hispanoamericanos más importantes, recibió el lunes el último adiós en Ciudad de México, donde falleció a los 90 años tras vivir allí casi toda su vida, dejando grandes amigos, discípulos y admiradores de su prolífica obra.
La viuda de Mutis, Carmen Miracle, recibió serenamente el pésame de los familiares y amigos que acudieron al velatorio en la exclusiva zona de Jardines del Pedregal, al sur de la capital mexicana, entre ellas Mercedes Barcha, esposa de su gran amigo Gabriel García Márquez.
García Márquez, de 86 años, fue un gran amigo de su compatriota Mutis durante las décadas que ambos vivieron en Ciudad de México, pero en los últimos años ha limitado al máximo sus apariciones en público y especialmente sus declaraciones por motivos de salud.
El cuerpo de Mutis fue cremado a 18H00 locales (23H00 GMT), sin la presencia de algunos sus hijos que viven en Colombia y en otros países, dijo en el velorio a la AFP uno de los familiares del autor.
A esa hora los asistentes guardaron un minuto de silencio que rompieron con emotivos aplausos.
"Vivió la vida con ganas"
Santiago Mutis, uno de los tres hijos de Mutis con su primera mujer, Mireya Durán, con quien estuvo casado 18 años, explicó este lunes desde Bogotá que su padre "vivió la vida con ganas" y que tenía con la muerte "una relación de amistad".
"La vida no le quedó debiendo nada: él vivió con ganas, vivió con gusto, quiso con gusto, tuvo gran cantidad de poetas y de escritores amigos, quiso mucho a sus amigos", dijo a la emisora colombiana La FM.
Con la muerte tenía "una relación de amistad, yo creo que nadie está así preparado pero (...) en su obra uno ve cómo la trata (a la muerte), intenta hacerla una amiga, no le teme, la trata amorosamente porque sabe que allí está", explicó Santiago Mutis.
En uno de sus últimos poemas, Álvaro Mutis escribió: "Pienso a veces que ha llegado la hora de callar".
Sobre la entrañable amistad del fallecido con García Márquez, el hijo de Mutis recordó que "es una lección muy hermosa, muy bella, es una amistad que se mantiene toda la vida".
El presidente del Consejo Nacional para la Cultura, Rafael Tovar, dijo que pudo conversar con la esposa de García Márquez y que ambos "están muy afectados porque es una amistad de toda una vida, carreras y vidas paralelas, familias unidas y dos parejas que fueron entrañables".
Entre las numerosas distinciones que obtuvo Mutis, poeta, novelista y periodista, destacan el premio Cervantes en 2001 -máximo reconocimiento a escritores españoles e hispanoamericanos-, el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1997 y la Legión de Honor del gobierno francés en 2003.
Un "maestro" en México
Nacido en Bogotá el 25 de agosto de 1923, Mutis, quien conoció la poesía en los bares céntricos de la capital colombiana, pasó la mayor parte de su vida fuera de su país, primero en Bruselas, donde su padre era diplomático, y luego en México, donde se radicó en 1956.
Mutis, que a lo largo de su vida tuvo empleos diversos, desde locutor de radio y columnista de diario hasta encargado de relaciones públicas de empresas y publicista, y llegó a ir preso acusado de malversación de fondos, desarrolló en México una obra de referencia dentro de la literatura en español y fue un generoso maestro de los jóvenes autores mexicanos.
José Emilio Pacheco, de 74 años, recordó la "gran capacidad de despertar entusiasmo por lecturas" que generaba Mutis entre sus "discípulos" mexicanos, entre los que citó a Fernando del Paso ("Noticias del imperio", 1987).
"Durante mucho tiempo fuimos muy amigos. Más (una relación de) amigo-discípulo. Nos invitaba a comer, porque éramos muy pobres, al poeta Francisco Cervantes, a Ignacio Solares y a mí. Fue una persona fundamental para mi vida. Yo lo considero un maestro", dijo a la AFP Pacheco, también ganador del premio Cervantes en 2010.
El autor de "Batallas en el desierto" (1981) también reveló que gracias a él descubrió en 1960 a un entonces joven y desconocido narrador llamado Gabriel García Márquez.
Mutis "fue un gran escritor, un gran amigo, un colombiano de México, extraordinario poeta, quizá más conocido en su última etapa por sus extraordinarias novelas como 'La nieve del almirante', título que él sacó de un menú; era un postre y le pareció que era muy buen título para algo épico", dijo en el velorio el escritor mexicano Juan Villoro.
El Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2012 comentó entre lágrimas que tenía una cita este martes con Mutis en su casa. "Eso quedará para un whisky en el otro mundo", añadió Villoro.
Mario Rey, un profesor de literatura colombiano que trabaja en la Universidad Nacional Autónoma de México y que visitó a Mutis en su casa hace dos semanas, dijo a la AFP que "de pronto pensaba regresar a Colombia, hacer un último viaje".
Rey dijo que sabía que Mutis había hecho un pacto con su hermano Leopoldo, que consistía en que las cenizas de ambos serían arrojadas en el río que pasa al lado de la finca de Colombia en la que vivieron de pequeños.
Las cenizas de Leopoldo Mutis, según Rey, ya fueron arrojadas a ese río.