El patrullaje en las áreas marítimas del país es indispensable para ejercer soberanía. Más importante luego del fallo adverso de la Corte de La Haya y, ante las pretensiones del Gobierno de Nicaragua, estar pendientes de lo que ocurra en el entorno próximo al archipiélago de San Andrés.

Oportuno el refuerzo con una corbeta cedida por Corea, cuatro helicópteros, y otros elementos complementarios para potenciar la capacidad nacional de salvaguardar el mar territorial.

No se trata de actitudes belicistas. Es natural que cualquier país proteja su territorio y más zonas vitales. En la geopolítica local también funciona el concepto de disuasión. Es lo que piensa el comandante de la Armada Nacional, Almirante Hernando Wills, quien tiene la gran responsabilidad del mando de este cuerpo de marinos que cuida los océanos.  Y no sólo se trata de la defensa de la soberanía, sino de la labor que realiza la Armada contra las organizaciones del narcotráfico, también cumple tareas de rescate de náufragos y atención a naves en dificultades. La corbeta coreana tendrá como propósito especial la vigilancia del mar Pacífico. Allí han sido grandes los decomisos de estupefacientes. En la protección del territorio, tanto insular, áreas marinas y las fronteras terrestres, no puede haber descuidos.