Nuevos avances en las investigaciones se conocerán prontamente, según fuentes del ente acusador

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LA FISCALÍA General de la Nación alista una imputación, para las próximas semanas, en el marco de las investigaciones por el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, ocurrido el 2 de noviembre de 1995, a la salida de dictar clase en la Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá.

Fuentes del ente acusador le indicaron a EL NUEVO SIGLO que se viene trabajando intensivamente en el expediente, con base en una línea de investigación que se ha profundizado en las últimas semanas.

En ese marco, algunas hipótesis han sido descartadas pero otras se han afianzado a tal punto que darían lugar a emitir órdenes judiciales en un corto tiempo.

Al mismo tiempo, el abogado de la familia del asesinado líder conservador, Enrique Gómez Martínez, confirmó  a EL NUEVO SIGLO que el ente acusador, a través de una fiscal de la Unidad de Derechos Humanos, le notificó que el magnicidio se había elevado a crimen de lesa humanidad.

Esto, según explicó Gómez Martínez, se habría dado a raíz de la solicitud presentada en ese sentido, desde tiempo atrás, por ser el doctor Álvaro Gómez Hurtado persona protegida en su carácter de periodista, así como haberse producido su asesinato bajo la sistematicidad y las condiciones propias de otros homicidios ocurridos en medio del juicio al entonces presidente Ernesto Samper y las repercusiones del escándalo por la infiltración de narcodineros en su campaña presidencial.

A partir de ello, sostuvo Gómez Martínez, la familia espera que se avance en las investigaciones, con base en diferentes solicitudes que no fueron atendidas durante la administración del anterior fiscal general Eduardo Montealegre.

Al declarar un crimen como de lesa humanidad se evita la prescripción de la acción penal. Ello es susceptible de darse cuando el delito no es un hecho aislado ni insular, sino que hace parte o se da en un contexto generalizado y sistemático de agresiones y violaciones graves de los derechos humanos a un grupo poblacional o determinado. Contexto que puede responder a un plan o política de organizaciones criminales, e incluso patrocinado desde la institucionalidad.

Como se recuerda, en la investigación por el magnicidio de Gómez Hurtado se ha denunciado, por su mismo hermano, el exsenador Enrique Gómez Hurtado, que hubo maniobras para desviar el curso de las pesquisas hasta el punto de que hoy no hay claridad alguna sobre la autoría material ni la intelectual, a pesar de las diferentes hipótesis en el escenario.

Fuentes de la Fiscalía señalaron a EL NUEVO SIGLO que es válido elevar, primero, el crimen a estatus de lesa humanidad y, después, hacer las imputaciones a que haya lugar de acuerdo al acervo probatorio.

A finales de 2014, los ex presidentes Belisario Betancur, César Gaviria, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe le habían pedido al entonces fiscal general Montealegre que declarara el magnicidio de Gómez Hurtado como crimen de lesa humanidad, pero su solicitud no tuvo eco.

De igual manera, EL NUEVO SIGLO, en varios editoriales durante los últimos años, también insistió en que el magnicidio fuera elevado a crimen de lesa humanidad, como fórmula para evitar que continúe en la impunidad.