Alimentación escolar genera polémica en grupos indígenas | El Nuevo Siglo
Lunes, 20 de Abril de 2015

La directora  del Instituto Colombiano de Bienestar familiar, Cristina Plazas, dijo que gracias al apoyo técnico y financiero brindado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 200 niños, niñas y adolescentes, así como 250 familias, se beneficiaron con el programa Generaciones Étnicas con Bienestar y los proyectos de seguridad alimentaria implementados en cinco centros educativos de los resguardos indígenas Inga de Mandiyaco, Yanacona de Santa Marta y los cabildos Ingas Tandarino, San Carlos y Samayuyai ubicados en el municipio de Santa Rosa, Media Bota Caucana.

Agregó la funcionaria que 2014, el ICBF invirtió 184 millones de pesos en este tipo de programas, “los cuales permitieron mejorar los niveles nutricionales de los niños, niñas y adolescentes a partir de la siembra de cultivos de pan coger, plátano, yuca, fríjol, maíz, hortalizas y verduras, que fortalecieron la seguridad alimentaria de las sedes educativas de la región”.

Plazas argumentó también que “se lograron mejorar las minutas de los restaurantes escolares y la articulación de las iniciativas productivas a los proyectos educativos comunitarios de las instituciones escolares”.

Sin embargo, el representante Germán Carlosama, del movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO) consideró que en el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en Nariño, Antioquia, Risaralda y Cauca han ocurrido irregularidades, asegurando que hay falta de enlace de las empresas encargadas de brindar el servicio con los proveedores y que también falta compromiso en la adjudicación de restaurantes, teniendo en cuenta que ya ha trascurrido buena parte del periodo escolar de este año.

“En Risaralda, se presentan irregularidades en el suministro de alimentación escolar brindado por el Plan de Alimentación Escolar de este departamento. Esto se debe a que la entidad encargada de brindar este servicio ha tenido problemas con los proveedores, lo que ha generado que las porciones de comida disminuyan su cantidad y que, en muchas ocasiones, los alimentos lleguen en mal estado”, afirmó el legislador, anotando que para las culturas indígenas de la zona, la educación está estrechamente relacionada con los saberes propios de los abuelos, los médicos tradicionales (taitas) y demás autoridades, quienes son los encargados de reafirmar la identidad, el sentido comunitario y la convivencia armónica entre el hombre y la naturaleza.

El congresista aseguró que en Medellín niños de las comunas de Castilla, La América y Belén, y los corregimientos Palmitas, San Antonio de Prado, Altavista y San Cristóbal se están viendo afectados por la falta de restaurantes.

Otro de los casos referidos por el representante Carlosama fue en Cesar, donde los estudiantes y los padres indígenas kankuamos protestaron el 5 de marzo porque dos mil alumnos de preescolar, primaria y secundaria no cuentan con el servicio de alimentación, tampoco los servicios de transporte, aseo y vigilancia.