El Sistema de Alertas Tempranas (SAT) del Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) lanzó una importante advertencia tras hallar siete nuevas sustancias psicoactivas que se venden como LSD. Luego de varios estudios realizados a muestras comercializadas en ciudades como Bogotá, Manizales, Medellín y Cali, los laboratorios forenses determinaron que en realidad se trataba de moléculas pertenecientes al grupo de drogas denominadas NBOMe.
Las moléculas identificadas fueron la 25B-NBOMe y 25C-NBOMe, 25I-NBOMe, 25D-NBOMe, 25E-NBOMe, 25G-NBOMe y 25H-NBOMe, las cuales representa un gran peligro para los usuarios de LSD, ya que ignoran que están consumiendo sustancias mucho más peligrosas. De hecho, en Colombia ya se registraron tres casos de muertes asociadas al consumo de este tipo de sustancias, de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Medicina Legal.
Las sustancias conocidas como NBOMe son drogas sintéticas con efectos alucinógenos similares al LSD, que pertenecen al grupo de las feniletilaminas y que están clasificadas como alucinógenos verdaderos. Su consumo puede causar episodios psicóticos agudos, crisis de pánico, cuadros de despersonalización, insomnio y hasta cuadros convulsivos generalizados similares a un status epiléptico. En las crisis de pánico existe un alto riesgo de que el individuo presente intentos de suicidio o episodios de psicosis paranoide severa.
Por tratarse de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) no se cuenta aún con suficientes investigaciones para determinar sus efectos a largo plazo. Sin embargo, a nivel mundial su consumo está considerado un problema de salud pública, ya que pueden generar problemas serios de salud e incluso la muerte. Además de las tres muertes asociadas al consumo de NBOMe registradas en Colombia, también se tiene reporte de otras del mismo tipo en países como Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
De otra parte, el Estudio Epidemiológico Andino de Consumo de Sustancias Psicoactivas en población universitaria (2016), cuyos resultados se presentaron octubre de 2017, señaló un incremento significativo en el consumo de LSD, pasando de 3,2% en 2012 a 4,2% en 2016. Teniendo en cuenta que el supuesto LSD no lo es y corresponde a otras sustancias, el Ministerio de Justicia y del Derecho hizo un llamado a las universidades para que desarrollen estrategias específicas para sus contextos con el fin de ofrecer información y herramientas a los estudiantes, que les permitan ser conscientes de los peligros que conlleva el consumo de drogas.