Alertan por captación ilegal de dinero | El Nuevo Siglo
Lunes, 3 de Marzo de 2014

Con una advertencia sobre el riesgo que implica participar, administrar y/o promocionar las actividades de captación no autorizada de dineros del público y que se conoce como pirámides, la Superintendencia Financiera de Colombia llamó la atención sobre el particular.

La entidad recordó recientemente que la captación no autorizada de recursos del público en forma masiva y habitual, “es un delito en el que quedaría vinculado tanto quien la realiza como quien promociona la inversión y que la captación ilegal puede incluso encubrir otras actividades ilegales como la evasión tributaria o el lavado de activos”.

La Superfinanciera explicó que además de la captación conocida en la que se le prometen altos rendimientos a quien realiza la inversión a cambio de su aporte y del de un grupo de conocidos, ha logrado identificar otras formas de fraude.

Entre éstas últimas la Entidad mencionó las operaciones comunes de negociación de activos (por ejemplo “pagarés-libranza”) que son legales en la cotidianidad, pero que al observar las características de negociación y, entre otros, los rendimientos que prometen resulta siendo una actividad de captación no autorizada, constituyendo un riesgo de pérdida de los dineros de quienes participan en ella.  

En Popayán, el Superintendente Financiero, Gerardo Hernández, hizo un llamado a la ciudadanía para que quien haya sido víctima de esta clase de negocios o tenga conocimiento sobre alguna actividad que promueva la captación ilegal de recursos del público, lo ponga en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación a través de sus oficinas seccionales, de la Policía Nacional, de la Superintendencia de Sociedades,  de las Alcaldías o de la Superfinanciera.

Estos modelos de negocios estarían siendo promovidos en todo el país a través de diversos medios, entre ellos internet y correos electrónicos.

En Popayán, la Superintendencia Financiera también advirtió sobre la presencia de firmas que se presentan como vigiladas sin que esta afirmación corresponda a la realidad, razón por la cual no están autorizadas para captar recursos del público en forma masiva y habitual bajo ninguna modalidad.