Alemania y Francia llegan a Kiev con nuevo plan de paz | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Febrero de 2015

El presidente francés, François Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, llevarán este jueves a Ucrania un nuevo plan de paz para poner fin a la violencia en el este del país. 

Ambos llegarán este jueves a la capital ucraniana después de una visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que exigió a Rusia "un compromiso inmediato" con un alto el fuego entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.    

Entretanto, los combates dejaron al menos 21 muertos en Ucrania donde los rebeldes seguían con su ofensiva sobre los territorios controlados por Kiev en el este. 

"Hablamos de la mayor amenaza a la que se enfrenta Ucrania en la actualidad, y ésta es la continua agresión de Rusia en el este", declaró Kerry tras su encuentro con los líderes ucranianos. 

"Tiene que haber un compromiso inmediato con un alto el fuego real, que no sea sólo un trozo de papel con palabras, sino que venga seguido de acciones concretas", añadió. "Queremos una solución diplomática, pero no podemos cerrar los ojos ante los tanques que están cruzando la frontera desde Rusia". 

En París, Hollande explicó que junto a Merkel propondrá "una nueva solución para el conflicto basada en la integridad territorial de Ucrania". 

Hollande indicó que el plan se abordará este jueves con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y el viernes con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Moscú, aunque recordó que la diplomacia "no puede seguir indefinidamente".

Kerry se reunirá, por su parte, el sábado con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, al margen de una conferencia internacional sobre seguridad en Múnich.

Símbolo de la tensión creciente con Moscú, la OTAN decidió este jueves reforzar su presencia en su flanco este, aprobando la creación de una nueva fuerza de reacción de 5.000 soldados y de seis "centros de mando", para responder a lo que el secretario general de la Alianza, Jens Soltenberg, calificó como "la agresión" de Rusia en Ucrania. 

 

- Armamento sofisticado -

 

El gobierno ucraniano y sus aliados occidentales acusan a Rusia de enviar tropas y armas al este de Ucrania para ayudar a los separatistas, que se sublevaron el pasado mes de abril contra la autoridad de Kiev. 

Mientras Moscú niega esas acusaciones, los rebeldes disponen del armamento sofisticado de un ejército regular, y han infligido varias derrotas militares a las tropas ucranianas en los últimos meses de un conflicto en el que murieron más de 5.300 personas desde abril.

Washington ha descartado durante meses dar armas a las tropas ucranianas, pero podría estar cambiando de parecer, según responsables norteamericanos, por el apoyo que brinda Rusia a los rebeldes y la ineficacia de las sanciones económicas. 

"Seguimos estudiando las necesidades de seguridad de los ucranianos mientras cambia la situación en el terreno... pero aún no tomamos ninguna decisión", aseguró un responsable estadounidense. 

El miércoles, el candidato de Obama a la secretaría de Defensa, Ashton Carter, se mostró a favor de armar a los ucranianos. "Tenemos que ayudar a los ucranianos a defenderse por sí solos", afirmó. 

Una decisión que puede suponer un "perjuicio colosal" para las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, avisó, por su parte, el portavoz de la diplomacia rusa Alexandre Lukachevich.

 

- Al menos 21 muertos en el este -

 

En el bastión rebelde de Donetsk, murieron al menos ocho civiles y 33 personas resultaron heridos por fuego de artillería en las últimas 24 horas, según los separatistas. 

Las autoridades ucranianas informaron, por su parte, de la muerte de seis civiles en los alrededores de Donetsk, y el portavoz militar, Vladyslav Seleznyov, indicó que cinco soldados perdieron la vida y 29 resultaron heridos en los combates en la zona. 

Otros dos civiles murieron en la ciudad estratégica de Debaltseve, que conecta los feudos rebeldes de Donetsk y Lugansk, donde los separatistas llevan días intentando rodear a un numeroso grupo de soldados ucranianos. 

La UE y la ONU han hecho un llamamiento a declarar un alto el fuego inmediato en el área para que los civiles puedan abandonarla con toda seguridad. La población de Debaltseve pasó de 25.000 personas a 7.000 en pocos días, según la ONG Amnistía Internacional.