Los diputados alemanes votarán mañana la ayuda masiva a los bancos españoles, una nueva ilustración de la creciente importancia en la economía europea del Parlamento y del Tribunal Constitucional de este país, un papel que despierta reticencias en los mercados y en Bruselas.
La Cancilleralemana Ángela Merkel, que no irá personalmente a defender este plan de rescate y enviará a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaüble, acabó el domingo con el suspense sobre el resultado de la votación.
"Tendremos la mayoría que necesitamos", en este caso una mayoría simple en el Bundestag, para acordar a España una partida de hasta 100.000 millones de euros, dijo Merkel a la televisión alemana.
La Canciller, que también es la jefa de la unión de partidos conservadores CDU/CSU, esquivó el debate sobre la importancia de esta mayoría.
Las deserciones en su campo le obligaron en varias ocasiones en los últimos meses a apoyarse en los votos de la oposición (el partido socialdemócrata SPD y los Verdes).
El SPD ya autorizó un voto a favor de la ayuda a España por lo que Merkel no deberá este jueves buscar apoyo entre los suyos.
Estos pocos diputados del partido conservador bávaro CSU, confrontados el año próximo a unos comicios regionales de riesgo, y la formación liberal FDP, en plena caída en los sondeos, se negaron varias veces en los últimos tiempos a comprometer aún más a Alemania en el rescate de la moneda única.
La Canciller, con su imagen en lo más alto según los sondeos de opinión, recordó el domingo que "cuando los votos de su mayoría eran necesarios, los obtuvo".
Los mercados podrán contabilizar los votos de uno y otro campo en el Bundestag, pero les interesa todavía más otra institución alemana, inevitable en la crisis de la zona euro: el Tribunal Constitucional de Karlsruhe (oeste).