Alemania puso el fútbol y Francia los goles | El Nuevo Siglo
UEFA
Jueves, 7 de Julio de 2016

Ni siquiera la máquina de producir fútbol ofensivo, Alemania, logró detener a una Francia que ha venido de menos a más en su Eurocopa y que, a pesar de verse inferior a su rival en muchos pasajes del partido, logró quedarse con el tiquete para la final el domingo ante Portugal.

El 2-0 con que se liquidó el duelo no es fiel reflejo de lo que ocurrió en la cancha, pero como en el fútbol no valen los merecimientos sino los goles y Antoine Griezmann se vistió de héroe para marcar dos.

La celebración de gala al estilo islandés con el famoso grito de guerra “¡Uh!”, acompañando con palmas de mano por sobre la cabeza y frente a sus hinchas en la tribuna, como lo pusieron de moda los nórdicos a lo largo de este torneo, podría resumir lo acontecido, en un juego en el que el local demostró ser un guerrero que no se amilanó ante el poderío futbolístico de su adversario, que se cansó de fabricar opciones de gol, pero estuvo negado.

Esta vez Alemania no pudo amargar la gran fiesta del fútbol francés, que tiene como misión levantar el trofeo en casa, como ya hicieron en la Eurocopa de 1984 con Michel Platini y en el Mundial de 1998 con Zinedine Zidane.

En el arranque del partido, el primer susto lo dio Francia con un disparo de Antoine Griezmann (minuto 7) en el área a pase de Dimitri Payet que Manuel Neuer salvó por bajo.

Alemania respondió primero con un disparo desviado de Thomas Müller (13) a pase de Emre Can, que tuvo la mejor de los alemanes en el 14, con un tiro parecido al de Griezmann y que detuvo esta vez Hugo Lloris.

Müller, reposicionado en punta por la baja de Mario Gomez, siguió intentándolo sin éxito (tiro a las manos de Lloris en el 16).

Neuer detuvo un lanzamiento de falta de Payet (25) y en el 27 Bastian Schweinsteiger probó los reflejos de Lloris, al que obligó a meter un puño para enviar a saque de esquina uno de sus tiros desde fuera del área.

En la culminación de un rápido contragolpe, Patrice Evra cedió en el área para Griezmann (41), cuyo disparo fue al lateral de la red y en la siguiente jugada, Olivier Giroud robó en el medio del campo a Jerome Boateng y se fue en carrera para un mano a mano con Neuer, pero Benedikt Höwedes le fue ganando en velocidad y bloqueó finalmente su disparo.

Todo el mundo pensaba en el descanso, cuando el árbitro pitó penal por una mano de Bastian Schweinsteiger en un salto en el área con Evra y Griezmann convirtió la pena máxima (45+2).

En la segunda mitad, Giroud tuvo otro intento peligroso en el 47, pero su disparo fue tapado por Boateng, que en el 61 fue sustituido, lesionado.

Francia esperó su momento y asestó el zarpazo mortal en el 72, cuando un centro de Paul Pogba fue despejado por Neuer, pero el rechace fue para Griezmann, situado cerca del punto de penal, que envió un disparo entre las piernas del arquero del Bayern de Múnich.

Alemania reaccionó con rabia, pero la fortuna no estaba de su lado.

Joshua Kimmich estrelló el balón en la cruceta del arco de Lloris en el 75 y Julian Draxler envió fuera por muy poco un disparo de falta en el 77.

El asedio alemán continuó sin éxito. Shkodran Mustafi (80) envió muy alto en un barullo en el área y Höwedes (83) también por encima del larguero en un remate de cabeza. Lloris despejó otro intento de cabeza de Kimmich en el descuento final, en la noche más feliz para los locales.

Queda la imagen de una Alemania que dominó las acciones y la de una Francia festejando con el “Uh” de los islandeses.