Los diputados alemanes adoptaron una controvertida ley sobre la representación de los sindicatos, con el objetivo de reducir los conflictos sociales provocados por centrales minoritarias, muy usuales en los últimos meses.
Poco después de un enésimo conflicto en el seno de la compañía pública de trenes Deutsche Bahn, el Bundestag (cámara baja del parlamento) adoptó el texto por una clara mayoría (448 votos a favor, 126 contra, 16 abstenciones).
Esta ley quiere impedir la proliferación de acuerdos salariales en el seno de una misma empresa, imponiendo el principio de "una empresa, un acuerdo salarial".
Según estas nuevas disposiciones legales, en caso de desacuerdo entre sindicatos en las negociaciones en una empresa, el texto presentado por el sindicato que tiene mayor número de trabajadores afiliados será aplicado.
El texto ha sido bien recibido en los medios patronales, pero en cambio es muy criticado por la oposición formada por la izquierda radical de Die Linke y Los Verdes, que consideran que constituye un ataque al derecho de huelga.
Los pequeños sindicatos temen por su lado que la ley constituya una amenaza para su supervivencia.
Según un sondeo publicado el viernes por la cadena pública ZDF, 48% de las personas interrogadas son favorables a la ley y 38% se oponen a ella.