Ayer inició su nuevo período para el que fue reelegido por el Congreso de la República, el pasado 27 de noviembre, el procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado. En sobria ceremonia se posesionó ante el presidente Juan Manuel Santos. Hay que destacar las ejecutorias del procurador Ordóñez en su labor de combate a la corrupción. Él concibe la transparencia como elemento fundamental, y no le tembló la mano para sancionar a quienes se apartaron del correcto proceder, independientemente de ideologías o tendencias partidistas. Ha actuado de manera imparcial, como corresponde a quien dirige esta institución encargada de tan delicada misión.
Este otro mandato del jefe del Ministerio Público irá hasta 2017. Completará 8 años en el cargo. Ha sido un funcionario vertical en sus decisiones y aunque no han faltado críticos cuyos argumentos se enfocan más hacia las convicciones religiosas del Procurador General, la mayoría de la opinión pública respalda las determinaciones del Procurador. Es una persona que goza de gran popularidad aunque sus adversarios la minimicen.
Son otros 4 años al frente de la Procuraduría y diferentes retos, que no lo amilanan. Es un hombre de carácter y sabrá sortearlos con inteligencia y valentía. Muchos éxitos en esta nueva etapa que comienza.