El alcalde de Quito, Augusto Barrera, se solidarizó con Gustavo Petro, su homólogo de Bogotá destituido el lunes, y advirtió que esa medida debilita la democracia regional, según escribió en una carta difundida el miércoles.

Barrera expresó en la misiva su preocupación por el fallo de la Procuraduría colombiana que apartó del cargo a Petro, un exguerrillero y dirigente izquierdista de 53 años, y lo inhabilitó para ejercer funciones públicas por 15 años, a raíz de una polémica reforma al sistema de recolección de basuras.

La decisión contra Petro "debilita las democracias de la región, desconoce la autonomía de los gobiernos locales y la voluntad de los ciudadanos que lo eligieron", señaló Barrera, del movimiento Alianza País que lidera el presidente izquierdista Rafael Correa.

El burgomaestre abogó por una "pronta solución, apegada al mandato popular, que restablezca la confianza en las instituciones del Estado" y "fortalezca la autonomía municipal y la democracia en nuestra región".

Petro, quien según la Procuraduría actuó con dolo al transferir a una empresa pública el manejo de las basuras que estaba en poder de privados, fue destituido el lunes, tras lo cual convocó a movilizaciones y protestas que se cumplieron por tercer día consecutivo este miércoles.

Los abogados del dirigente, quien denunció su remoción como un golpe de Estado, anunciaron que impugnarán la decisión, recurso que deberá ser resuelto por el mismo procurador que ordenó su destitución, según la ley colombiana.

En Colombia, la Procuraduría es la responsable de imponer sanciones a los funcionarios públicos.