Por movimientos que se están realizando en las tuberías del Tanque de Suba, la apariencia del agua podría cambiar pero no afecta su potabilidad.
El Acueducto de Bogotá informa que esta semana se podría presentar, eventualmente, cambio en el color del agua en sectores del norte y occidente de la ciudad, debido a movimientos que se están realizando en las tuberías del Tanque de Suba.
Según los técnicos del Acueducto de Bogotá, este cambio en la apariencia del agua no afecta su potabilidad.
El cambio de color se podría presentar en sectores de la Autopista Norte a avenida carrera 15 entre calles 116 a 170; Autopista Norte a Avenida carrera 9 entre calles 170 a 198, Autopista Norte a carrera 80 entre calles 129 a 201, carrera 75 a carrera 91 entre calles 127 C a 165 y Avenida Boyacá a Río Bogotá entre calle 90 a Avenida El Dorado (Calle 26).
La línea matriz Wiesner – Suba, que abastece con agua al 40 por ciento de la ciudad, está siendo objeto de trabajos de adecuación en su estructura para blindarla ante un posible evento sísmico en la ciudad y garantizar de esta forma el suministro de agua a los ciudadanos.
Esta red de 9 kilómetros de largo, lleva el agua desde la Planta Wiesner hasta el Tanque de almacenamiento de Suba de donde se distribuye para el consumo a más de 3 millones de bogotanos.
La tubería que atraviesa parte de la localidad de Usaquén, a lo largo de la calle 116 y a Suba por la calle 127 con Avenida Boyacá, será intervenida en 4 puntos específicos, para darle mayor confiabilidad y un mejor comportamiento en caso de presentarse un terremoto.
Los trabajos consisten en instalar en 3 puntos de la tubería, juntas flexibles que a manera de rótulas, servirán para que la red pueda moverse al ritmo de las ondas sísmicas sin que se presenten fracturas. Estos accesorios serán instalados en la Calle 116 Bis con Avenida 7, Calle 116 con Carrera 9 y Calle 127 x Av. Boyacá.
De igual forma, se instalará un dado de concreto sobre la sección de tubería ubicada en a la altura de la Calle 116 con Autopista Norte, para darle rigidez a la estructura.
Estos trabajos que hacen parte del programa de respuesta sísmica de las redes de acueducto y que se ejecutan de manera preventiva e extenderán hasta finales de este año y tendrán un costo cercano a los dos mil millones de pesos. En su desarrollo no se generarán mayores impactos en la movilidad pues la mayoría de trabajos se realizará sobre zonas verdes o andenes.