El salvavidas para la industria del calzado y los textiles lanzado por el Gobierno a través de la expedición de un decreto modificatorio de aranceles, sigue generando opiniones divididas por las repercusiones que trajo.
Se trata del Decreto 074 del 23 de enero de 2013 que entró en vigencia el primero de marzo pasado y que establece el pago de un arancel de US$5 por par de zapatos, más el 10% sobre el valor total para calzado, y uno de US$5 por kilo bruto incluyendo el empaque para las confecciones.
Con ello se pretendía disminuir el contrabando técnico, es decir la sobrefacturación, y blindar a estos sectores como parte del impulso económico que prometió el Gobierno.
Y es que el decreto establece un arancel “ad valorem del 10%, más un arancel específico de 5 dólares de Estados Unidos de América por kilo bruto, para la importación de los productos clasificados por los Capitulo 61, 62 y 63 del Arancel de Aduanas”.
También establece un arancel ad valorem del 10%, “más un arancel específico de 5 dólares de Estados Unidos por par, para la importación de los productos clasificados por el Capítulo 64 del Arancel de Aduanas, excepto la partida 64.06 que tendrá un arancel ad valorem del 10% más un arancel especifico de 5 dólares de Estados Unidos de América por kilo bruto”.
El Decreto expone que cuando el documento de transporte “ampare mercancías de los capítulos 61,62, 63, partida 64.06 y adicionalmente de otros capítulos del Arancel de Aduanas, el importador deberá suministrar el peso bruto real de los capítulos 61,62 y 63 y partida 64.06 en la casilla respectiva de la declaración de importación con el fin de aplicar la medida”.
En su momento, la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (Acicam), en cabeza de su presidente Ejecutivo, Luis Gustavo Flórez, indicó que “las pymes colombianas fueron desplazadas en el mercado interno por los altos volúmenes importados de China a precios preocupantemente bajos”.
Precisamente, EL NUEVO SIGLO dialogó con algunos representantes de diferentes sectores para conocer de primera mano el balance después de dos meses de entrada en vigencia del Decreto.
Evaluación prematura
Para el presidente de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, hacer un balance con apenas dos meses de entrada en vigencia del Decreto, es prematuro como para evaluar sus resultados.
“La importancia es que son mecanismos que ayudan a combatir todo lo que es el contrabando técnico. Sé que eso ha generado que unos estén a favor y otros en contra, pero para Inexmoda lo importante es mantener el espíritu y conjuntamente trabajar en todo lo que sirva para combatir este flagelo”, sostiene Botero.
Indicó que “independientemente de las opiniones esas decisiones hay que dejarlas transcurrir un tiempo y evaluar los aspectos positivos o negativos. Es muy poco tiempo para modificar eso”.
El funcionario comentó que por ahora ha percibido que la medida “sí ha contribuido a la lucha contra el contrabando técnico, y así lo dijo hace poco el encargado de la Zona Franca de Panamá”.
Inclusive en la cifra que se reveló se evidencia “que el tema del contrabando en ese país está alrededor de los 3 mil millones de dólares. En un 30 por ciento y 40 por ciento del total es de comercio en Colombia de confecciones, cuero, calzado y marroquinería”.
Algunas de las consecuencias que se observan, dijo, es que sí se reguló el contrabando técnico, “pero hay otros aspectos que afectan a los industriales y comerciantes. Para nadie es un secreto que a todos los interesa combatir todas las formas de contrabando”.
Explicó que la subfacturación, y traer productos con precios inferiores a los reales, se ha calculado que es más o menos el 40 por ciento
Teniendo en cuenta que el Decreto es transitorio, el Presidente de Inexmoda indicó que esperan que ayude a acabar con el contrabando técnico.
“Este es un mecanismo que ayuda a combatir la ilegalidad en confecciones o calzado y hay que seguir trabajando en que esos dos grupos, que están hoy separados, se pongan de acuerdo y tengan ese objetivo común como un mecanismo de contribución para acabar con el contrabando técnico del país”.
Preocupación del comercio
En opinión del presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, el consumidor es el que finalmente paga el incremento de los precios que la medida ha generado.
El dirigente gremial dijo que “estamos terriblemente preocupados porque después de todo lo echaron para atrás. Esto se hizo con el propósito de mejorar las condiciones de la industria de confecciones en Colombia, y resulta que acabó siendo contraproducente pues todo el mundo tiene que trabajar para pagar los aranceles nuevos”.
Sostuvo que la problemática radica en los pedidos del exterior que ya estaban colocados antes de que el presidente Juan Manuel Santos decidiera no modificar el Decreto.
“Como consecuencia de eso, pues nadie puede cancelar esos pedidos y si los cancela, termina pagando multas bastante grandes” afirmó.
También adujo que se presenta un encarecimiento de los productos al consumidor final ya que “la señora que compraba un calzado escolar por 25 o 29 mil pesos, pues ahora tiene que pagar 40 mil pesos”.
El cálculo
Al hacer un cálculo, Colombia consume aproximadamente dos pares de zapatos per cápita por año, al tomar una cifra de habitantes de 47 millones. El dirigente dijo que Colombia importa unos 55 millones de pares y con la suma del arancel, el consumidor paga uno 300 millones de dólares.
“Si compra unos zapatos de marca costosa de 250 dólares o más, al subirle los 5 dólares no afecta mucho, pero uno de 7 dólares comprado en China representa el 70% de incremento”, sostuvo.
Fue enfático en que este es “un golpe violento para otras confecciones que son indispensables para el hogar como las toallas o las cortinas”.
Cuando el Jefe de Estado había propuesto modificar dicho decreto, “era una cosa muy razonable pero si lo que quiere es protegerse de las importaciones de bajo valor, pues póngale las condiciones que quiera a todos los que traigan zapatos a menos de cinco dólares”.
Anotó que en este tema el comercio “no tiene reparos”, ya que “si la gente está subfacturando, pues castíguelos”.
Sin embargo, con la medida, un zapato de colegio que le costaba 25 dólares a un cabeza de familia, ahora serán 40 dólares, y “en un contenedor de 20 mil pares, se tiene que pagar 100 mil dólares adicionales de arancel”.
Comentó que “en algún momento va a tener un impacto sobre el costo de vida. Al final del día, alguien termina pagando ese sobrearancel y es el consumidor. No existe otra manera, no puede existir otra manera”.
Resultados positivos
Como un balance positivo catalogó la directora de la Cámara Textil de la Andi, Juliana Calad, la entrada en vigencia del Decreto 074 de 2013 al decir que “las empresas que producían afuera, por el costo de arancel, están volcándose a la producción interna y eso da mucho más empleo”.
En su consideración, sí se ha visto el aumento de los pedidos para satisfacer la demanda nacional. “Hay empresas que incluso han invertido en maquinaria y creo que como el decreto es por un año, algunas han sido más cautelosas. Esto porque no sabemos si va a durar un año, si lo quitarán o durará más”, dijo.
Aclaró que los observadores aduaneros que vigilan las cuentas de las importaciones, sobre todo las que ingresan muy por debajo de los precios normales de un producto”, detectaron que en abril no hubo ingreso al país de empresas que importan confecciones a bajo precio.
“En marzo y febrero sí se aumentaron muchísimo pero el comportamiento ha sido bueno”.
Al ser preguntada si el contrabando fue atacado efectivamente, dijo que elcatalogado como abierto es más complicado de medir, sin embargo el control de las autoridades y la POLFA se hace más que necesario en estos casos.
“Hay que dejar claro que la industria debe continuar conversaciones con las grandes cadenas que se ven muy perjudicadas. Es que esto no es con los importadores grandes, eso no queremos que se sientan damnificados”, añadió.
Teniendo en cuenta que el decreto es transitorio por un año, se espera que aumente el número de empleos y que el sector de la confección mejore las ventas de todo el sector de los textiles.
La determinación del presidente Juan Manuel Santos de no modificar el Decreto, “quiere decir que el Mandatario está consciente de lo sensible que es el tema de confección y la necesidad de la inmediatez de generar empleo”.