Agricultores del Valle, ahora más innovadores | El Nuevo Siglo
Martes, 4 de Noviembre de 2014

Los productores agrícolas del Valle del Cauca son un ejemplo de ello, pues se han apropiado del conocimiento que durante años les ha llevado la academia, permitiendo renovar sus prácticas y asegurar la soberanía energética y tecnológica de sus comunidades.

 

Durante su participación en el Foro Extensión UN, Desarrollo rural en Colombia 2014, realizado por la Universidad Nacional, la profesora Marina Sánchez, de la Sede Palmira, explicó que, con una muestra de 25 familias involucradas por más de diez años en estos procesos, se pudo  identificar que el campesino no solamente ha hecho una apropiación social como tal, sino que también se ha organizado en agremiaciones y han construido núcleos familiares que trabajan con innovación en sus fincas. 

“La investigación entiende la apropiación social del conocimiento, cuando los agricultores lo comprenden y logran metabolizarlo, para convertirlo en parte de sus prácticas, su lenguaje cotidiano, sus acciones en el campo, por lo tanto expresarlo en toda su cultura”, señaló la profesora Sánchez de Praguer, quien también es coordinadora del Grupo de Investigación de Agroecología de la U.N. Sede Palmira. 

Dentro de los resultados de este trabajo, la investigadora destaca que se observaron cambios en el en el comportamiento de los agricultores  y sus prácticas. Un ejemplo fue el paso de monocultivos a policultivos. También adquirieron conciencia sobre tener producción continua a través de la diversificación, que también les representa ingresos constantes. 

Asimismo, estas nuevas dinámicas de producción agrícola han  permitido que el agricultor no tenga que salir a ofrecer su mano de obra y que en su propio entorno consiga la seguridad alimentaria.

En cuanto a la soberanía energética y tecnológica, se observó una disminución del uso de fertilizantes de síntesis química, debido a los procesos de compostaje desarrollados por los propios campesinos, aprovechando los residuos orgánicos de su entorno. 

La profesora Marina Sánchez menciona que dicha situación impacta directamente en la parte económica de los agricultores, un ejemplo es la disminución del uso de urea, que permite un ahorro en los gastos de las fincas. 

Otro ejemplo de innovación en esta década es el uso de biodigestores de porcinos, con los que obtienen luz y metano, utilizados para sus alimentos y calentamiento de agua, entonces logran seguridad energética. 

“Todos estos conocimientos, que agricultores y campesinos reciben en un momento dado de la academia o diferentes instituciones, los comienzan a transformar innovando sus sistemas productivos y desarrollando nuevas tecnologías”, recalca la profesora de la Sede Palmira. 

Preocupación por relevo generacional

Según la investigadora, los campesinos creen hoy que sus vidas pueden seguir ligadas al campo. Sin embargo también existen preocupaciones basadas en el relevo generacional, particularmente en si sus hijos podrán continuar en la vida rural. 

Estas comunidades aunque cuentan con fortalezas que les aseguran soberanía alimentaria, energética y tecnológica, todavía necesitan el apoyo de las instituciones y de recursos del Estado para que, en el caso de la investigación y la academia, se puedan realizar proyectos con mayor durabilidad. 

Asimismo, “es necesario que estas comunidades participen e influyan desde su realidad y la reflexión del saber campesino en la generación de nuevas políticas públicas”, concluyó la profesora Marina. 

El estudio de apropiación social del conocimiento en el campo agroecológico y los procesos de innovación, realizado por la U.N. Sede Palmira junto a diferentes instituciones de la región y financiado por Colciencias y el Banco Mundial, se llevó a cabo en los municipios de Riofrío, Calima, el Darién y Trujillo en el Valle del Cauca