La eliminación de las EPS que contempla el proyecto de Reforma del sector radicado por el Gobierno, tiene enfrentados al secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo y al presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integrada (Acemi), Jaime Arias.
Mientras que para el alto funcionario las administradoras de salud deben desaparecer para dar paso a figuras más eficientes, para Arias la decisión traería peores consecuencias para el sistema.
En este sentido, Jaramillo dijo que el directivo busca mantener un negocio de 14 billones de pesos que beneficia a los particulares.
“Hay presiones por parte de algunos sectores del Congreso y EPS, y es entendible, estamos hablando de un negocio de 14 billones de pesos. Los particulares que se han lucrado dejando de darle servicios a la gente y dejándola morir no quieren soltar el negocio”, señaló Jaramillo.
El Secretario destacó los beneficios del modelo de régimen subsidiado administrado por el Estado y el que quiere mantener Acemi.
“Nuestro proyecto político va enfocado a ayudar a la gente y garantizarles el servicio de salud, mientras que el proyecto del señor Jaime Arias, de Acemi, es beneficiar a particulares para que se lucren con el sistema de salud y, no solo eso, sino dejar morir a la gente”, explicó.
Por su parte, Arias cuestionó el modelo al señalar que la deuda que aún tiene pendiente el Fosyga a las EPS supera los 2 billones de pesos.
“Esto es lo mismo que las EPS del contributivo le deben a los hospitales y clínicas. En seis meses tendrán que resolver el problema para convertirse en gestoras pero eso es imposible y va a ser uno de los grandes tropiezos de esta transición”, adujo Arias.
Frente al Fondo ‘Mi Salud’, que administrará los recursos, indicó que debe comenzar de cero, pues es un fondo que hará todos los pagos y recaudará el dinero.
Asimismo, planteó interrogantes sobre la operatividad del fondo. “Va a tener que duplicar el trabajo que hoy hacen las 60 EPS, que implica hacer afiliación de 45 millones de personas, auditar las cuentas que le envían 15 millones de hospitales y clínicas, entre otros”, dijo.
“Quitándole a las EPS la obligación de asumir el riesgo y la intermediación financiera se aumentaría la carga para el Estado, pues veremos que en cuatro años se evidenciaría un Sistema de Salud más en crisis y desfinanciado, porque no se tendrían los recursos de sostenimiento”, concluyó.