Agarrón en La Habana por encíclica papal | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Junio de 2015

La encíclica "Laudato si" sobre medio ambiente se convirtió este viernes en tema de discordia en el proceso de paz para Colombia, luego de que las FARC elogiaran el documento papal, apoyo que el gobierno consideró "inaceptable" tras recientes ataques rebeldes que afectaron la naturaleza.

"Saludamos la valentía del diagnóstico que hace el papa Francisco" en su encíclica, dijo el comandante guerrillero Pastor Alape, lo que desató una inmediata reacción del gobierno, que afirmó que "no hay guerra que justifique" el derrame de petróleo en campos y ríos.

"La apelación hoy a la encíclica 'Alabado seas' es absolutamente incomprensible. La idea de proclamar la defensa del medio ambiente destruyendo el medio ambiente es inaceptable", declaró el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, quien raramente comenta declaraciones de la guerrilla.

En su encíclica, divulgada la semana pasada, Francisco reclamó una "revolución valiente" para salvar el planeta frente a la amenaza del consumismo y acusó sin rodeos a la política, a la tecnología y a las finanzas de depredar el medio ambiente y generar pobreza.

El conflicto colombiano de medio siglo, que ha recrudecido en las últimas semanas, ha dejado 220.000 muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales, y el gobierno y la guerrilla se acusan mutuamente de ser los principales responsables por las víctimas y los desplazamientos forzados.

 

 

- "Atacar oleoducto no es acto de guerra" -

 

Alape dijo que "la encíclica Laudato Si puede ser un instrumento para pensar los tiempos de hoy en función del futuro, actuando en defensa del género humano y de la naturaleza".

"Esto obliga, para el caso de Colombia en el camino de forjar la paz, a poner freno también a la explotación depredadora y al pillaje de los bienes comunes", añadió.

De la Calle replicó afirmando que "la regla es negociar en medio del conflicto, pero atentar contra un oleoducto, dejar a miles de personas sin servicios vitales, eso no es un acto de guerra".

"Hoy, o mejor en este mismo momento, 160.000 habitantes de Tumaco (suroeste), de las veredas y corregimientos cercanos, están sin agua. Una mancha de crudo está a solo unos metros de la bocatoma del acueducto y amenaza con llegar al mar por culpa de un atentado de las FARC contra el oleoducto", agregó.

Las autoridades colombianas han dicho que el derrame de Tumaco es el peor en una década y el presidente Juan Manuel Santos visitará la zona este viernes, con ministros y jefes militares.

Unas 700 personas intentan controlar el derrame, con "apoyo técnico" de Estados Unidos y Ecuador, según la Presidencia.

"Pasarán años, años, tal vez más de una década, para recomponer esta tragedia ambiental", dijo De la Calle.

Las FARC, que proponen un alto al fuego bilateral al que Santos se opone, afirman que los atentados a la infraestructura socavan económicamente al gobierno y empresas transnacionales, y permiten reducir el asedio de los militares a posiciones guerrilleras.

 

- Ciclos de pláticas flexibles -

 

El gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda, están cerca de sellar un acuerdo parcial sobre reparación a las víctimas, aunque parecen lejos de ponerse de acuerdo sobre justicia para los crímenes cometidos en el conflicto, el asunto más sensible que ahora discuten.

Ambas partes hablaron esta semana de modificar la "metodología" del proceso de paz y acabar con los "ciclos" de 11 días de pláticas y recesos de una o dos semanas, implementado al inicio del las negociaciones.

La nueva modalidad -que contemplaría ciclos y recesos de duración flexible, dependiendo de la coyuntura- sería anunciada este sábado, al cierre de la actual ronda, la 38º desde 2012.

En lo que ambas delegaciones coinciden es en el anhelo de que la selección de fútbol de Colombia le gane a Argentina este viernes en la Copa América en Chile.

"Que gane la selección de Colombia", dijo Alape, mientras que un funcionario del gobierno vaticinó un 3-1 sobre Argentina.