Los líderes de la OTAN confirmaron este lunes que Afganistán asumirá la responsabilidad de la guerra contra los talibanes a mediados de 2013 y que las tropas internacionales darán por cerrada su misión en ese país a finales de 2014, trece años después de su inicio.
Reunidos en una cumbre extraordinaria junto a sus socios internacionales, los 28 miembros de la Alianza cerrarán así una operación militar que dejó de ser aprobada hace años por su opinión pública, con un saldo hasta el momento de más de 3.000 militares y decenas de miles de civiles afganos muertos.
"La transición irreversible de la total responsabilidad de seguridad de la ISAF (fuerza de la OTAN en Afganistán) a las Fuerzas de Seguridad nacionales afganas (ANSF) está en camino", explicaron los líderes en su comunicado.
"Los afganos no se quedarán solos a medida que vuelven a levantarse", aseguró el presidente estadounidense Barack Obama al abrir la última jornada de la cumbre.
"La transición significa que los afganos verán cómo su ejército y su policía patrullan cada vez más sus ciudades y pueblos", añadió el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.
Los líderes, y en particular el presidente Obama, negociaron hasta el último minuto con Pakistán un compromiso para reabrir las rutas terrestres de aprovisionamiento para Afganistán, un elemento esencial para una retirada en orden.
El presidente paquistaní Asif Ali Zardari aseguró que deseaba ese acuerdo y dijo que había dado instrucciones a sus negociadores para concluirlo con éxito.
Obama dijo en la rueda de prensa final que las negociaciones estaban "avanzando" pero que no esperaba que en Chicago se hubiera resuelto el problema.
Las rutas se cerraron después de que en noviembre pasado un ataque aéreo de la OTAN matara a 24 soldados paquistaníes.
Islamabad estaría pidiendo hasta 5.000 dólares por contenedor que pase por su frontera, 30 veces más que antes de la interrupción, según medios de comunicación estadounidenses.
La ISAF cuenta con unos 130.000 efectivos en la actualidad en Afganistán.
Para mediados de 2013 Afganistán debería contar con un Ejército y policía equipados y entrenados de 352.000 efectivos.
Será una transición delicada, puesto que los ataques e incidentes de combate entre las fuerzas afganas y las internacionales van en aumento.
"Iremos reduciendo el número de nuestras fuerzas gradual y responsablemente para completar la misión de la ISAF el 31 de diciembre de 2014", explicaron los 28 líderes de la OTAN en su comunicado.
A partir de enero de 2015 sólo quedará en Afganistán una misión de entrenamiento, esencialmente estadounidense, como ha sucedido con el grueso del esfuerzo militar a lo largo de 13 años de guerra.
El plan es empezar luego a reducir las fuerzas afganas hasta unos 228.500 efectivos, financiadas al inicio por la comunidad internacional con un presupuesto de unos 4.100 millones de dólares anuales.
A partir de 2024 Kabul debería ser capaz de financiar sus propias fuerzas armadas, calculan los líderes de la OTAN.
Algunos países habrán sacado a sus soldados mucho antes de 2014. Francia planea hacerlo a finales de 2012, un año antes de lo previsto, una promesa electoral del presidente François Hollande.
La OTAN tiene otros compromisos por resolver, en medio de una crisis económica y medidas de austeridad a ambos lados del Atlántico.
El domingo los líderes acordaron una veintena de proyectos para compartir gastos de equipamiento, entrenamiento y reparación de material militar de forma más eficaz.
La OTAN aprobó también la primera fase de su escudo antimisiles en Europa, una iniciativa de nuevo sufragada en gran parte por Washington ante el peligro de ataques de países como Irán, pero que despierta la irritación de Rusia.
AFP