La asamblea tradicional afgana, la Loya Jirga, aprobó este domingo un acuerdo de seguridad con Estados Unidos crucial para el futuro de Afganistán, pero para cuya firma el presidente del país, Hamid Karzai, puso una serie de condiciones.
"El acuerdo es aprobado por los miembros de la Loya Jirga", declaró Fazul Karim Imaq, vicepresidente de esta asamblea que desde el jueves ha reunido a unos 2.500 representantes de 34 provincias de Afganistán.
El tratado bilateral de seguridad (BSA) define las modalidades de la presencia militar estadounidense en Afganistán tras la retirada de los 75.000 soldados de la OTAN de aquí a finales de 2014, lo que hace temer un brote de violencia en un país controlado en parte por la insurgencia talibán.
Hostiles a la presencia de las tropas extranjeras en Afganistán, los rebeldes condenaron "firmemente esta Loya Jirga fantoche y su decisión".
Tras meses de duras negociaciones, Kabul y Washington acordaron esta semana los términos del acuerdo.
Sin embargo, para que el BSA sea ratificado, todavía debe ser aprobado por el Parlamento afgano y, a continuación, promulgado por el presidente Hamid Karzai.
Este proceso podría realizarse antes de finales de año, como desea Estados Unidos, quien sostiene que necesita tiempo para preparar la etapa posterior a 2014.
A pesar de ello, el jueves Karzai anunció que el acuerdo se promulgará después de las elecciones presidenciales previstas para el próximo 5 de abril.
Washington ya ha hecho saber que un retraso en la promulgación del acuerdo no es práctico y amenazó con una retirada total de sus tropas
Por ello, los delegados de la Loya Jirga pidieron en su declaración final a Karzai que "promulgue este acuerdo antes de finales de año".
Durante su discurso de clausura de la gran asamblea, el presidente afgano no dijo si está dispuesto a reconsiderar su decisión de promulgar el tratado tras las elecciones, aunque se mostró dispuesto a "aceptar" la decisión de la Loya Jirga y a firmar el BSA con una serie de condiciones.
"Este acuerdo debe conducirnos a la paz, sino sería un desastre" y "los estadounidenses deben cooperar, participar en el proceso de paz" con los insurgentes talibanes, insistió.
El presidente afgano también pidió a Estados Unidos que ponga fin a todas las operaciones militares contra domicilios afganos lo que, según él, viola la soberanía afgana.
"Si Estados Unidos vuelve a nuestras casas una vez más no habrá acuerdo", declaró ante los delegados de la Loya Jirga reunidos en el campus de la Universidad Politécnica, en el oeste de Kabul.
Karzai también subrayó que continuará sus negociaciones sobre este acuerdo con Washington, aun a riesgo de impacientar un poco más a su principal apoyo financiero y militar.
La embajada estadounidense en Kabul subrayó que a los dos países les interesa "ir lo más rápido" posible.
La adopción del tratado por parte de la Loya Jirga ha permitido superar el obstáculo de la inmunidad de jurisdicción de los soldados estadounidenses que permanecerían en el país tras 2014.
"Los juicios a estadounidenses que cometan crímenes en Afganistán tendrán lugar en bases norteamericanas siempre que sea posible", condición sine qua non para Washington, declaró Karim Imaq.
La no promulgación de este tratado podría tener graves consecuencias para Afganistán cuyo gobierno sigue sin poder contener la insurrección de los talibanes, expulsados del poder en 2001 por una coalición militar encabezada por Estados Unidos.
A Estados Unidos, el BSA le permitiría seguir disponiendo de bases en una región de grandes desafíos geoestratégicos, ya que Afganistán se encuentra en la confluencia de Irán, Pakistán, India y China./AFP