Afganistán firmó un acuerdo de seguridad bilateral con Estados Unidos para que permanezcan en el país 12.500 soldados extranjeros, prueba de que el nuevo presidente afgano Ashraf Ghani desea recuperar relaciones más amistosas con Washington.
El acuerdo, largamente esperado, fue firmado en Kabul por el embajador estadounidense James Cunningham y por Hanif Atmar, consejero afgano de seguridad nacional, un día después de la investidura de Ghani, constató la AFP.
El expresidente Hamid Karzai, que dejó el cargo el lunes, había rehusado firmar el documento, envenenando las relaciones entre Kabul y Washington.
En Irak, la ausencia de un acuerdo similar condujo a una retirada completa de las tropas estadounidenses a fines de 2011, sumiendo al país en una nueva época de enfrentamientos y violencia islamista.
Cunningham y Atmar firmaron el documento en una ceremonia en el palacio presidencial al mismo tiempo que un acuerdo similar con la OTAN: el SOFA (Status of forces agreement), que sienta las bases de la presencia de esta organización en Afganistán el próximo año.
Solados alemanes, italianos y de otros países de la OTAN se sumarán a una fuerza de 9.800 soldados estadounidenses, para formar un contingente de un total de 12.500 efectivos extranjeros.
Tras el final de la misión de combate de la OTAN en diciembre, la nueva misión, llamada "Resolute support" (Apoyo decidido), se concentrará en el entrenamiento y el apoyo a las fuerzas afganas que combaten a los insurgentes talibanes.
Quedan actualmente unos 41.000 soldados de la OTAN en Afganistán, contra 130.000 en 2012.
- Reforzar instituciones -
Poco después de la firma el nuevo presidente afgano afirmó que "en base a este acuerdo, las fuerzas internacionales estarán (presentes) para reforzar a las instituciones afganas", aún frágiles 13 años después de la caída del régimen talibán.
"Como gobierno independiente (...) hemos firmado un acuerdo (...) en interés de nuestro pueblo y de la estabilidad de la región y el mundo", aseguró Ghani.
Por su lado, el embajador Cunningham declaró: "el acuerdo es más que un compromiso, es una elección. Es una elección para afganistán para reforzar el apoyo internacional (...) Es una elección para Estados Unidos para seguir cooperando con nuestros socios afganos".
El portavoz de los talibanes, Zabihulá Mujahid, reaccionó de inmediato a esta firma en su cuenta Twitter con estas palabras: "¡Muerte a Estados Unidos!". El grupo rebelde islamista ha afirmado varias veces que combatiría hasta que todas las tropas extranjeras hayan abandonado el país.
"Decimos a Estados Unidos y a sus esclavos que vamos a proseguir nuestro yihad hasta que nuestro país se libere de las salvajes garras norteamericanas, y que sea restablecida una ley islámica fuerte" indicaron los talibanes en un comunicado.
- EEUU irritado con Karzai -
Por otro lado la posición del anterior presidente Karzai sobre ese pacto de seguridad había irritado a Estados Unidos. El exjefe de Estado afgano había rehusado firmarlo pese a una votación favorable de la "loya jirga" (asamblea).
Washington amenazó con retirar todas sus tropas antes de fin de año, cuando el país vivía una crisis política precisamente por la sucesión de Karzai.
El lunes, tras varias semanas de bloqueo debido a acusaciones de fraude electoral en la presidencial de junio, Ashraf Ghani fue finalmente investido presidente.
Durante sus campañas electorales, tanto Ghani como su rival Abdulá Abdulá se habían comprometido a firmar este acuerdo.
En efecto, con el avance de los talibanes en varias regiones, el apoyo de la OTAN es considerado capital para Afganistán.
En su discurso de investidura, Ghani llamó a los talibanes a unirse a las conversaciones de paz, pero éstos respondieron reivindicando una atentado suicida que dejó siete muertos.