Afganistán: atentado suicida deja al menos 18 muertos | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Marzo de 2014

Siete kamikazes talibanes atacaron una comisaría en el centro de la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, matando a diez policías en el mayor ataque antes de las elecciones presidenciales.

"Diez policías, entre ellos el jefe de la policía del distrito, murieron y otros 14 resultaron heridos", indicó a la AFP un responsable del ministerio afgano del Interior, Mohamad Ayub Salangi.

"Un civil también murió, igual que los siete asaltantes", añadió.

Un portavoz de los talibanes reivindicó el atentado suicida del jueves por la mañana que también dejó un civil muerto.

Los rebeldes talibanes, que luchan desde 2001 contra el gobierno de Kabul y sus aliados de la OTAN, anunciaron recientemente una ola de violencia para perturbar las elecciones presidenciales del 5 de abril.

El asalto a la comisaría terminó poco antes del mediodía hora local (07H30 GMT) con la muerte de los últimos asaltantes. Se había iniciado tres horas antes con la explosión de un camión cargado de explosivos, seguido por ráfagas de armas automáticas.

La explosión del camión en la entrada de la comisaría llenó de escombros las calles circundantes, mientras las fuerzas de seguridad acordonaban la zona.

Unos 20 heridos fueron atendidos en el principal hospital de la ciudad.

En el área del ataque se encuentran el complejo del gobernador de la provincia de Nangarhar, cuya capital es Jalalabad, varios edificios gubernamentales y la televisión estatal.

- Los talibanes quieren crear caos durante elecciones -

Hace unos diez días, los líderes talibanes prometieron perturbar las elecciones presidenciales y pidieron a sus combatientes que atacaran al personal de los locales de votación, a los votantes y a las fuerzas de seguridad antes de estos comicios destinados a elegir al sucesor del presidente Hamid Karzai.

El martes, 16 personas murieron y unas 40 resultaron heridas en otro atentado suicida cometido en un concurrido mercado de la ciudad de Maimana, en el norte de Afganistán.

Las anteriores elecciones afganas se vieron obstaculizadas por la violencia, debido a que los militantes islamistas se opusieron radicalmente a los comicios apoyados por Estados Unidos.

Otra elección sangrienta pondría en duda las afirmaciones de los donantes internacionales de que la costosa intervención militar y civil en Afganistán desde 2001 ha logrado progresos en sus esfuerzos por establecer un sistema estatal que funcione.

Karzai, quien no puede presentarse a un tercer período presidencial, ha insistido en que Afganistán llevará a cabo elecciones limpias en un clima de seguridad, a pesar de la violencia previa y las acusaciones de fraude masivo cuando ganó los últimos comicios, hace cinco años.

Los principales rivales en estas elecciones son Abdulá Abdulá, que salió segundo en 2009, el ex ministro de Relaciones Exteriores Zalmai Rasul, y el ex economista del Banco Mundial Ashraf Ghani.

Además de las elecciones, Afganistán pasa por un período de incertidumbre ya que de aquí a finales de año, 53.000 soldados de la fuerza de la OTAN (ISAF) dejarán el país.