Un soldado y un civil de la Isaf, la misión de la OTAN en Afganistán, así como cuatro agentes de los servicios secretos afganos murieron este sábado en un atentado suicida en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, indicaron fuentes concordantes.
Yusuf Ahmadi, un portavoz de los talibanes, reivindicó el ataque, que dejó varios heridos afganos y extranjeros, según un comunicado de la Isaf, el brazo armado de la OTAN en el país.
Según un comunicado del gobierno provincial, un kamikaze que llevaba una chaqueta con explosivos los hizo estallar en el primer control de una oficina del NDS, el servicio de inteligencia local, dejando cuatro muertos y tres heridos entre sus miembros.
"Las víctimas se encontraban ante el check-point cuando el hombre hizo estallar su chaqueta", dijo a la AFP Jawed Faisal, el portavoz del gobierno de la provincia de Kandahar.
Un soldado de la fuerza de la coalición y un civil murieron en el incidente, indicó la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (Isaf), que no pudo precisar si esas dos personas trabajaban directamente para esa entidad.
Los heridos fueron transportados a un centro médico de la Isaf. La nacionalidad de las víctimas extranjeras no ha sido comunicada.
Kandahar es una de las provincias más inestables del país, donde los talibanes tienen numerosos contactos dentro de la población civil.
Los atentados suicidas y las bombas artesanales son las armas de predilección de los rebeldes, muy activos en el sur y en el este del país.
A pesar de casi 11 años de presencia internacional, y más de 130.000 soldados extranjeros en Afganistán, a los que se añade unos 350.000 soldados y policías afganos, la insurrección liderada por los talibanes no ha podido ser derrotada.
Unas horas antes, una bomba artesanal explotó al paso de un vehículo de la policía en Qalat, la capital de la provincia de Zabul, vecina de Kandahar, matando a dos policías e hiriendo a otros tres, dijo a la AFP el portavoz del gobierno provincial de Zabul, Sharifula Nasiri.