Al menos 21 personas murieron cuando un kamikaze se hizo estallar en una manifestación en Kunduz, ciudad del norte de Afganistán, anunció el lunes a la AFP un médico del hospital local.
Civiles y policías figuran entre las víctimas, agregó el doctor Shir Jan, que trabaja en el hospital central de Kunduz. Según varias fuentes locales, el balance del atentado podría ser mucho mayor.
Gul Agha, un policía desplegado durante la manifestación, declaró a la AFP haber contado 18 muertos, 6 civiles y 12 policías.
Una fuente de la seguridad occidental dio cuenta de 21 víctimas, que murieron cuando se acercaba un cortejo de las fuerzas de seguridad afganas.
La marcha había sido organizada para apoyar a un jefe de facción local acusado de haber dado muerte a civiles el domingo.
La provincia de Kunduz es una de las más inestables del norte de Afganistán.
El 14 de agosto la explosión de una moto bomba en un mercado provocó la muerte de 11 personas.
Sin embargo, en general, el norte afgano sufre menos de las violencias que el sur y el este del país, bastiones de los rebeldes talibanes.
A pesar del despliegue aún de casi 120.000 soldados de la coalición de la OTAN para apoyar a unos 350.000 militares y policías afganos, la insurrección está lejos de ser derrotada en Afganistán.
Los talibanes, que a fines de 2001 fueron expulsados del poder por la OTAN, multiplican los atentados suicidas y bombas artesanales, que provocan víctimas sobre todo entre los civiles.