Un atentado con coche bomba causó al menos 15 muertos y una treintena de heridos este jueves en un inmenso campamento de refugiados cerca de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, afirmaron las autoridades.
La bomba estalló por la mañana cerca de la oficina de la administración central de Jalozai, un campamento que acogió antaño a refugiados afganos y en el que actualmente están instaladas miles de familias que huyen de los combates entre las fuerzas de seguridad y los insurgentes en zonas tribales aledañas.
El atentado no fue reivindicado por el momento, pero algunos responsables paquistaníes consideran que está relacionado con la ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra los insurgentes talibanes en el distrito tribal de Jíber, de donde procede una buena parte de los habitantes de Jalozai.
La bomba, compuesta por unos 35 kilos de explosivos, estalló cerca de refugiados que esperaban raciones de comida, afirmaron las autoridades locales, que dieron cuenta de 15 muertos y una treintena de heridos.
En el lugar, un periodista de la AFP vio cuerpos humanos despedazados, sacos de comida reventados, con las siglas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM), en medio de juguetes, sandalias, y metales retorcidos.
El motor del coche bomba fue proyectado a unos quince metros del lugar de la explosión.
"Corrí hacia el lugar y vi jirones de carne en medio de un mar de sangre y de heridos que gritaban (....) Encontré a mi tío, con las dos piernas separadas del tronco, que gritaba de dolor", contó a la AFP Tariq Khan, un refugiado de 40 años, natural de Jíber.
"Vi cuerpos, sangre y heridos por todas partes. Transporté heridos en coches y ambulancias", dijo Jehanzeb Khan, otro desplazado del distrito tribal de Jíber.
El ataque se produjo al día siguiente del anuncio de la fecha oficial de las elecciones generales en el país, que se celebrarán el 11 de mayo.
Estos comicios son muy importantes para la consolidación de la democracia en este país de 180 millones de habitantes acostumbrado a los golpes de Estado.
Las elecciones se desarrollarán bajo una fuerte tensión. Los candidatos temen atentados durante la campaña, sobre todo en el noroeste, en Baluchistán (sudoeste) y en los barrios de Karachi (sur).
Pakistán es escenario desde 2007 de una oleada de atentados perpetrados por el Tehrik e Taliban Pakistan (TTP, movimiento de los talibanes de Pakistán), un grupo islamista armado hostil a las fuerzas de seguridad y a todo lo que sean símbolos gubernamentales.
De Hecho el TTP llamó a boicotear las elecciones de mayo.
"El TTP llama a los musulmanes a boicotear cualquier proceso conducido bajo el yugo de este sistema ateo y secular", afirmó esta semana su portavoz, Ehsanulá Ehsan, en un vídeo difundido en internet.