Al tiempo que a mediados de esta semana la Comisión Segunda del Senado aprobó en primer debate el proyecto que ratifica el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), crece la inquietud entre los congresistas por la consecuencias que podría traer para el sector lácteo del país.
La discusión entre el Gobierno colombiano y la Unión Europea para llegar a este acuerdo, que fue firmado en el año 2010, tomó 2 años y 7 meses, contando con 9 rondas de negociación y 4.170 participantes en 284 reuniones con la sociedad civil.
Este acuerdo también está pendiente de ser ratificado por la Eurocámara, aunque ya cuenta con el visto bueno de la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo.
En el caso del Congreso colombiano su papel se limita a aprobar o improbar este tratado, es decir, no puede incidir en que la negociación sea reabierta.
La senadora Miryam Paredes (Partido Conservador) señaló que el acuerdo con la Unión Europea luce atractivo para el país por las posibilidades que se abren para las exportaciones colombianas a un mercado potencial de 500 millones de personas, pertenecientes a 27 países, en sectores industrial y agrícola, este último con el acceso libre de aranceles para bienes como flores, tabaco, café, y procesados; biocombustibles, aceite de palma y la mayoría de frutas y hortalizas.
Sin embargo para el sector lácteo, dijo Paredes, a pesar de que el acuerdo prevé unos plazos de desgravación, “es innegable que existe una gran preocupación manifestada por los productores nacionales”.
Añadió que “nuestros estándares sanitarios y fitosanitarios aún son precarios si se piensa en llegar a exportar productos cárnicos o lácteos, pues no se tiene la inversión que se requiere en tecnología, investigación y mucho menos en infraestructura para enfrentar un reto de semejante magnitud”.
Sin embargo el ministro de Industria Comercio y Turismo, Sergio Díazgranados, dijo que “tenemos que transformar la industria láctea para poder atender las necesidades del país y para las exportaciones. Nuestro compromiso es hacer del sector lácteo más competitivo, porque Colombia merece ingresar al mercado internacional”.