Photo Blocker, es un producto hecho en Canadá y que se puede encontrar en 54 países donde existen sistemas de fotomultas, similares a los que se venden en Medellín.
Este se puede encontrar en algunas tiendas de autos y páginas web por un precio aproximado de 85 mil pesos. Alcanza para usarlo en cuatro vehículos.
Luego de la aplicación del producto en las placas, se crea una película protectora que al recibir las luces que lanza la cámara de fotomultas refleja la luz haciendo que no pueda leerla.
Funcionarios de la secretaría de Transito de la administración pasada manifestaron que han hecho pruebas con el producto y aseguran que no funciona.
Sin embargo, paradójicamente advierten que de encontrar el aerosol aplicado en algún vehículo se podría judicializar al propietario por alteración de documento.
"Obviamente el Tránsito dice que no funciona, no les conviene decir que sí hay una manera de evadir esas multas. En Internet se pueden encontrar pruebas y videos hechos por canales famosos que demuestran su efectividad", aseguró un ciudadano.
"Si el producto no funciona, no puede haber infracción. Pero si el producto sirve, sería fraude a una prueba en un proceso contravencional", indicó Bernardita Pérez, abogada constitucionalista.
Por su parte, Juan Guillermo Valencia, abogado penalista tiene otra interpretación: "No existe un norma penal con la cual se pueda castigar la conducta", manifestó.
Desde el primero de abril del 2011 hasta la fecha se han impartido 187 mil 244 fotomultas, que suman 59 mil 059 millones de pesos.