El aeropuerto de Castellón, símbolo de los excesos de la construcción en España antes de las crisis, abrió este jueves y espera recibir pronto vuelos por primera vez desde su inauguración en marzo de 2011, declaró un portavoz.
"El aeropuerto recibió la autorización para abrir a partir de hoy" por parte de la Agencia Española de Seguridad Aérea (Aesa), explicó el portavoz del gestor aeroportuario canadiense SNC Lavalin. "A partir de ahora, puede recibir vuelos tanto privados como públicos", añadió.
El aeropuerto se construyó en el momento más álgido de la burbuja inmobiliaria, antes de la crisis, sin que sus gestores hubieran obtenido previamente una autorización para operar aviones en él.
Además, el aeropuerto más cercano, el de Valencia, sólo está a una cincuentena de kilómetros. La instalación debía, en principio, servir a un gigantesco conjunto de ocio que nunca se construyó.
Como la apertura ha tenido lugar en plena temporada invernal, las compañías aéreas no tienen previsto ningún vuelo en lo más inmediato. "Esperamos tener vuelos a partir de la próxima temporada de verano", afirmó el portavoz.
El aeropuerto de Castellón, situado en la costa mediterránea, espera recibir 35.000 pasajeros este año, añadió el portavoz.
Castellón no es una caso aislado en un país que construyó sin medida en la última década. Otros aeropuertos tampoco recibieron vuelos o sólo un puñado de ellos, como el de Ciudad Real, a 200 kilómetros al sur de Madrid, cuya construcción costó mil millones de euros o el de Huesca, en los Pirineos/AFP.