La embajadora estadounidense ante la ONU, Samatha Power, acusó a Rusia de querer aprovechar la grave situación humanitaria en el este de Ucrania para intervenir aun más en esa región.
El agravamiento de las condiciones de vida de los civiles alrededor de Donetsk y Lugansk "debe ser abordada, pero no por los que crearon esa situación", afirmó, al tiempo que atribuyó la responsabilidad a Moscú.
La ayuda de emergencia "debe ser distribuida por organizaciones humanitarias que tienen experiencia, no por Rusia", explicó. "Cualquier otra intervención de Rusia en Ucrania sería totalmente inaceptable y considerada una invasión".
Rusia propuso emprender una "misión humanitaria" o crear corredores humanitarios para ayudar a la población del este de Ucrania.
Si Moscú quiere entregar ayuda, "el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) puede hacerlo en su nombre", sugirió.
El embajador ruso Vitali Churkin había criticado un poco antes el último informe de la ONU sobre las violaciones de derechos humanos en el este de Ucrania, al que consideró "político" y parcial en relación con los separatistas prorrusos.
Intensos combates seguían teniendo lugar este viernes en el este de Ucrania, en momentos en que Rusia concentraba tropas en la frontera ucraniana y Kiev anunciaba sanciones contra Moscú.
Quince miembros de las fuerzas ucranianas murieron en combates en el este del país en las últimas 24 horas, principalmente cerca de la frontera con Rusia, indicó el viernes el portavoz militar ucraniano Andrii Lisenko en rueda de prensa.