Según el contralor de Bogotá, Diego Ardila, no se ha utilizado adecuadamente la antigua clínica Fray Bartolomé de la Casas, que funciona como sede B del Hospital Simón Bolívar.

El funcionario advirtió que el Distrito invirtió en 2006 más de 5 mil millones de peso para el reforzamiento estructural del centro médico y hasta ahora no se le ha dado un correcto uso.

El llamado que hizo Ardila fue extendido al Alcalde Gustavo Petro, la Secretaría de Salud y el Fondo Financiero Distrital.

Dentro de la carta que envío el contralor se mencionó que no se están utilizando 8 salas de cirugía, una sala de partos, la unidad de cuidados intensivos, la morgue, el laboratorio clínico y por lo menos 200 camas.