Ankara acusó este lunes a Siria de cometer un "acto hostil al más alto nivel" al derribar un avión turco de combate, aumentando la tensión entre los dos vecinos la víspera de una reunión de la OTAN.

Mientras tanto, el ejército sirio continuó bombardeando los bastiones opositores al régimen del presidente Bashar al Asad, especialmente en Homs (centro). Este lunes murieron al menos 95 personas, 61 de ellas civiles, según una ONG siria.

La tensión se intensificó entre Turquía y Siria, cuyas fuerzas de defensa aérea abatieron el viernes un avión de combate turco. Damasco afirmó que el avión había violado su espacio aéreo, y Ankara respondió que su aparato se encontraba en el espacio aéreo internacional.

"No hay duda alguna de que los sirios dispararon intencionalmente contra nuestro avión en el espacio aéreo internacional. Los datos con los que contamos muestran que nuestro avión fue alcanzado por un misil guiado por láser o por detección de calor", afirmó a la prensa el vice primer ministro turco y portavoz del gobierno, Bülent Arinç.

Disparar contra "un avión de esta manera, sin advertencia previa, es un acto hostil al más alto nivel", afirmó.

Bülent Arinç añadió que un avión turco de rescate marítimo fue blanco de disparos sirios mientras buscaba a los pilotos del avión de combate F-4 Phantom abatido.

En represalia, el portavoz amenazó con interrumpir el suministro de electricidad a Siria.

Varios países occidentales se movilizaron en esta crisis. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, prometió trabajar con Ankara con vistas a una reacción apropiada a este incidente, que ella calificó de "descarado".

La OTAN celebrará el martes en Bruselas una reunión por pedido de Turquía, que invocó el artículo 4 del Tratado de la Alianza. Éste estipula que todo país miembro puede llevar una cuestión ante el Consejo cuando estime que su integridad territorial o su seguridad están amenazadas.

Según expertos rusos citados por la agencia Ria Novosti, el F-4 Phantom abatido estaba probando la defensa antiaérea siria por cuenta de la OTAN, y su destrucción demuestra la eficacia de los sistemas rusos con que está equipado el ejército sirio.

Nueva deserción

Entretanto, un nuevo general sirio desertó y se marchó a Turquía, con lo que ya son 13 los generales que han huido a este país antaño aliado del régimen de Asad, y que ahora cortó las relaciones para protestar por la represión del movimiento opositor.

El general, del que se ignora el nombre, entró en Turquía acompañado de dos coroneles y otros cinco oficiales, así como miembros de sus familias, sumando un grupo de cerca de 200 personas, según una fuente diplomática turca.

Turquía alberga en el sur de su territorio a más de 33.000 refugiados sirios, así como la dirección del Ejército Sirio Libre (ESL), formado esencialmente por desertores, y las reuniones del Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición opositora.

Los últimos días fueron particularmente sangrientos en Siria, con balances cercanos o superiores al centenar de muertos cada día. Este lunes murieron 95 personas: 61 civiles, 3 desertores y 31 soldados, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La situación es particularmente difícil en Homs, donde los habitantes lanzaron un grito de socorro vehiculado por el CNS.

"Somos blanco de bombardeos continuos y sin piedad, con lanzacohetes, helicópteros militares, obuses de mortero, tanques y armas pesadas", dijeron.

"Lo que ocurre en Siria no es un conflicto político sino un genocidio, una limpieza étnica", añadieron los habitantes, que acusan al régimen alauita (una rama del islam chiita) de atacar los barrios sunitas.

En la región de Homs, en Quseir, un corresponsal de la AFP constató que el ejército lanzó un intenso ataque contra la ciudad, con el apoyo de helicópteros.

En el frente diplomático, la UE adoptó nuevas sanciones contra el régimen de Damasco, dirigidas contra nuevas sociedades y administraciones, y que comprenden el embargo sobre la venta de armas. Esas medidas vienen a agregarse a una quincena de sanciones sucesivas adoptadas en un año por la Unión europea.

El presidente ruso, Vladimir Putin, cuyo país es aliado de Damasco, inició este lunes en Israel una visita a Medio Oriente, para defender entre otras cosas su posición en la cuestión siria. El mandatario declaró que "los cambios democráticos deberían producirse de forma civilizada".

Desde el comienzo de la contestación popular en Siria en marzo de 2011, Rusia y China bloquean toda resolución de las Naciones Unidos condenando la represión sangrienta que lleva adelante el régimen sirio.